Redacción
Vaticano.- Este viernes, el Papa Francisco llegó a Papúa Nueva Guinea, uno de los países con mayor diversidad lingüística del mundo, como parte de su gira asiática que inició en Indonesia. La visita del pontífice ha despertado un fervor religioso en el país, donde más del 90% de la población profesa la fe cristiana. Durante su estancia, el papa busca fortalecer la unidad en una nación que enfrenta violentos conflictos tribales y creencias en brujería que persisten entre las comunidades.
La última visita papal a Papúa Nueva Guinea fue realizada por Juan Pablo II en 1984 y 1995. Ahora, tres décadas después, Francisco es recibido con entusiasmo por miles de fieles, quienes planean formar un corredor de velas en las calles de Port Moresby, la capital del país, muchos de ellos portando camisetas con la imagen del pontífice. Además, se prevé un multitudinario encuentro en un estadio de la ciudad y un concierto infantil en la pequeña localidad de Vanimo, cerca de la frontera con Indonesia.
El cardenal John Ribat, en una misa previa transmitida por la cadena NBC, destacó la importancia de la visita papal en un país donde se hablan más de 840 lenguas y existen casi 600 tribus. Ribat enfatizó que, a pesar de esta diversidad cultural, Papúa Nueva Guinea busca presentarse como una nación unida ante el Papa, resaltando su espíritu cristiano.
Sin embargo, Papúa Nueva Guinea también enfrenta serios desafíos sociales. En muchas comunidades, persisten creencias en la brujería, que han causado la muerte de más de 3,000 personas, principalmente mujeres, entre 2000 y 2020. Estas prácticas, a menudo relacionadas con muertes inexplicables o enfermedades, coexisten con el cristianismo. El padre Sylvester Warwakai, superior provincial de los Misioneros del Sagrado Corazón, explicó que romper estas barreras y transmitir los valores del Evangelio en un país tan diverso sigue siendo un gran reto para la Iglesia católica.
Además, la Iglesia católica gestiona una amplia red educativa en Papúa Nueva Guinea, con unas 3,000 escuelas que buscan alejar a los jóvenes de problemas como las drogas y la desinformación en redes sociales. El sacerdote Warwakai también resaltó los desafíos que enfrenta la Iglesia para adaptarse a los tiempos modernos sin perder de vista los valores del Evangelio, en un contexto donde el país también lidia con altos niveles de violencia de género.
Francisco estará en Papúa Nueva Guinea hasta el lunes, cuando continuará su gira por Timor Oriental y Singapur.
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