Redacción
México.- Naasón Joaquín García, líder de la Iglesia La Luz del Mundo, fue sentenciado ayer a 16 años y 8 meses de prisión, por haber abusado sexualmente de tres niñas.
“Es usted un depredador sexual”, le dijo el juez Ronald Cohen al momento de dictarle sentencia en el Centro de Justicia Criminal de esta ciudad.
Aunque Naasón enfrentaba una veintena de cargos y se identificaron al menos cinco víctimas, el 3 de junio llegó a un acuerdo con la Fiscalía de California para declararse culpable de sólo tres delitos: dos por cópula oral forzada contra menores y un “acto lascivo” contra una niña de 15 años.
La condena contra el hombre de 53 años de edad, que inconformó a víctimas y familiares, fue impuesta luego de seis horas de audiencia en las que el autonombrado “Apóstol de Jesucristo” fue descrito por víctimas y familiares como un “monstruo”.
“Me rompiste, yo sólo confié. Lo hiciste una y otra vez, fue lo más desagradable que me ha pasado. Eres el diablo”, le dijo una víctima.
La defensa de las víctimas, que solicitó cadena perpetua, calificó como injusta la sentencia y analiza la presentación de una nueva demanda civil contra Naasón y su Iglesia, que tiene su sede en Guadalajara, Jalisco.
“El era un santo para nosotros y la violó”
Él era un santo para nosotros y le hizo cosas a mi hija, la violó”, relató entre lágrimas la madre de una de las víctimas de Naasón Joaquín García, líder de la Iglesia La Luz del Mundo.
Un Juez del Supremo Tribunal de California condenó al líder religioso; sin embargo, antes de hacerlo, permitió a víctimas y sus familiares hablar en el estrado ante Naasón.
La madre de una de las víctimas, cuyo nombre no se reveló, contó que tanto ella como su familia formaban parte de la Iglesia. Un día, su hija comenzó a cambiar su comportamiento después de visitar a Naasón: se la pasaba llorando, enojada, no dormía.
“Ya no venía con alegría de su casa, ya venía llorando, enojada y le preguntaba qué tienes, no me decía nada. Yo presentía algo malo porque la encontraba en el piso llorando desesperadamente y me decía que no podía decir nada, empezaba a presentir, pero decía: no puedo pensar mal del hombre de Dios”, expresó.
“Él era todo para nosotros, era un santo. Pero un día mi hija me confesó lo que ya presentía yo: que la (obligaba) a hacer cosas que no les gustaban y que la violó. Yo no sabía qué hacer, nos mandó decir que si decíamos algo, él tenía mucho poder”.
La mujer dijo al juez que buscó ayuda con gente de la Iglesia, pero le recomendaron no decir nada porque, si lo hacía, toda la congregación se iba a ir en contra de ella, además de que Naasón tiene mucho poder e influencias.
“Cada vez que (mi hija) iba a esa casa la violaba. Le quitó la inocencia a mi hija, pero aquí estamos, ella me dio las fuerzas para no quedarme callada. ¿Por qué, si tenía tanto poder, no contrató mujeres de afuera? ¿Por qué niñas inocentes que lo amaban?”, dijo.
Naasón enfrentaba 19 cargos penales, pero llegó a un acuerdo con la Fiscalía de California para declararse culpable de tres de ellos y obtener una sentencia baja de 16 años 8 meses.