Perú— Una escena insólita sacudió el fútbol amateur en Perú este fin de semana cuando el árbitro Luis Alegre aplicó una patada voladora para derribar al entrenador de uno de los equipos, quien intentaba agredirlo con una botella en la mano.
El episodio ocurrió a los 82 minutos del partido entre Sport Huaquilla y Magdalena Cedec en la ciudad de Casma, ubicada a 360 kilómetros al norte de Lima. El encuentro, que ya se desarrollaba con un juego brusco, tuvo un giro inesperado cuando Alejandro Villanueva, técnico del Magdalena Cedec, ingresó al campo aparentemente con intenciones de atacar al silbante.
“Fue defensa propia”, asegura el árbitro
Luis Alegre, de 40 años, relató que su reacción se debió a su experiencia en taekwondo y lucha libre, deportes que practicó durante más de una década.
“Venía con un objeto contundente a agredirme. ¿Qué pasaría si no me defendía? Me cortaba en la cara”, explicó Alegre en declaraciones a la prensa.
El árbitro, quien ha denunciado la agresión ante las autoridades, también aseguró que un jugador del Magdalena Cedec lo golpeó en el pómulo derecho y en las costillas, aunque nadie más lo notó en el campo.
Fútbol amateur en crisis: árbitros sin protección
Hasta el momento, las autoridades deportivas peruanas no han emitido ningún pronunciamiento oficial sobre el incidente. Sin embargo, Alegre señaló que la violencia contra los árbitros en el fútbol amateur es un problema recurrente, agravado por la falta de seguridad y la actitud de algunos equipos.
“No hay seguridad para los árbitros, falta educación en el fútbol, hay muchas borracheras y cuando un equipo pierde, culpa de inmediato al árbitro”, lamentó.
El caso ha reavivado el debate sobre las condiciones en las que trabajan los árbitros en las ligas menores, donde la violencia dentro y fuera de la cancha se ha vuelto cada vez más frecuente. Mientras se esperan sanciones, la imagen de la patada voladora sigue dando la vuelta al mundo, mostrando la cara más caótica del fútbol amateur.
Discussion about this post