Redacción
Guanajuato.– Un antiguo sitio mexicano de más de mil años de antigüedad ha sido declarado la primera zona arqueológica del país en una década, anunció el martes el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a pesar de varios años de recortes a los recursos destinados a la investigación arqueológica.
Cañada de la Virgen, el nombre moderno de un antiguo centro ceremonial otomí, se encuentra cerca de San Miguel de Allende, Guanajuato.
El sitio prehispánico incluye un gran complejo de templos de piedra y otras estructuras, muchas alineadas con cuerpos astronómicos, y se cree que alcanzó su apogeo alrededor de 600-900 dC, junto con docenas de ciudades mayas importantes.
Los antiguos asentamientos otomíes se agruparon principalmente alrededor de los actuales estados mexicanos de Puebla, Hidalgo y Guanajuato, donde se encuentra Cañada de la Virgen, antes de ser conquistados por los aztecas en el siglo XIV e incorporados a su imperio en expansión.
Los estudiosos creen que una versión antigua del idioma otomí, que todavía se habla hoy, pudo haber sido el idioma hablado en Teotihuacan, la antigua metrópolis cerca de la Ciudad de México y hogar de imponentes pirámides y templos.
En un comunicado, el INAH enfatizó que la designación del sitio como monumento arqueológico protegido es la primera bajo el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha recortado los presupuestos de investigación arqueológica en los últimos años como parte de una campaña de austeridad.
La declaración, otorgada en virtud de un decreto presidencial, brinda protección contra el desarrollo comercial y otros proyectos de construcción.
“Su patio hundido es un claro ejemplo de este aspecto arquitectónico, distintivo de la tradición arqueológica de Guanajuato, al ser un elemento que ordenaba el espacio construido y determinaba la disposición de los basamentos piramidales, por lo que se concibe como lugar de prácticas rituales, lugar de reunión y asiento de los antiguos dirigentes”, informó el INAH.
Los datos de la cultura material encontrada durante las excavaciones indican que ahí vivía la clase de élite sacerdotal y en torno al centro ceremonial se ubicaban las poblaciones que se diseminaban en otros parajes de la región, las cuales visitaban Cañada de la Virgen en procesiones y peregrinaciones.