Arkansas— En un acto de compasión que terminó en tragedia, Makayla Fortner, una adolescente de 15 años, murió atacada por más de 20 perros en situación de abandono, a quienes intentaba alimentar cerca de su hogar en el condado de Saline, Arkansas.
Makayla, estudiante de secundaria en las Escuelas Públicas de Bryant, había mostrado una preocupación constante por los perros callejeros y desnutridos que vivían hacinados en una propiedad cercana. Junto a su madre, Stephanie Wilkie, solían llevar alimento al lugar, con la intención de rescatarlos o buscar asistencia de refugios.
Sin embargo, la mañana del ataque, Makayla fue rodeada por la jauría. Descontrolados por el hambre y las condiciones extremas de abandono, los animales la atacaron de forma violenta, causándole heridas mortales en distintas partes del cuerpo. La adolescente falleció en minutos, según informaron las autoridades.
La tragedia ha desatado conmoción en la comunidad y generado fuertes cuestionamientos sobre la omisión de autoridades locales ante los reportes previos de vecinos sobre maltrato y hacinamiento de animales en el domicilio. La Oficina del Sheriff del Condado de Saline ha iniciado una investigación para determinar responsabilidades penales y esclarecer por qué no se actuó con anticipación.
14 perros fueron sacrificados tras el ataque
Tras el fatal incidente, autoridades de Benton City confiscaron a 14 de los perros involucrados, que fueron eutanizados por razones de seguridad pública, según informaron voceros municipales. Aún permanecen al menos cuatro animales dentro del inmueble, sin que se haya confirmado si serán retirados o también sacrificados.
Organizaciones defensoras de los derechos animales se han sumado a la indignación social, denunciando falta de regulación y vigilancia en comunidades vulnerables, donde la proliferación de perros en condiciones precarias representa un problema estructural de salud y seguridad pública.
Makayla ha sido recordada por compañeros y maestros como una joven brillante, carismática y con una profunda sensibilidad por el bienestar animal. “Tenía una sonrisa que podía iluminar una habitación”, escribió su familia en la plataforma GoFundMe, donde se lanzó una campaña para apoyar con los gastos funerarios. En pocas horas, la recaudación superó varios miles de dólares y se convirtió en un espacio virtual de homenaje.
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