Redacción
Nuevo Laredo.- Con el inicio de la temporada decembrina, alrededor de 30 mil paisanos en 7 mil vehículos cruzaron ayer en una megacaravana por esta ciudad fronteriza. La cifra representa un aumento significativo respecto al 2023, cuando participaron poco más de 10 mil connacionales.
El evento, que simboliza el retorno masivo de migrantes a México, refleja tanto la necesidad de protección como el creciente temor al acoso del crimen organizado y la corrupción en las aduanas y carreteras del país.
“Sienten la inseguridad”, lamentó José Zaragoza, representante de los connacionales, al detallar que el miedo persiste incluso con los operativos del programa “Héroes Paisanos” y la escolta proporcionada por policías estatales y la Guardia Nacional en los tramos carreteros de Tamaulipas y Nuevo León.
Pese a que el cruce por Nuevo Laredo transcurrió sin mayores incidentes, se reportaron retrasos de hasta una hora en la caseta de cobro de la autopista Nuevo Laredo-Monterrey. Mientras tanto, en otras rutas fronterizas, como Piedras Negras, los migrantes denunciaron extorsiones por parte de autoridades locales, según Rogelio Ávila, presidente de la Red de Casas de Migrantes Mexicanos en Estados Unidos.
Ávila acusó a elementos de la Fiscalía General de la República y del SAT de detener a los migrantes bajo pretextos y amenazarlos con confiscarles documentos para exigir sobornos. Recomendó grabar con video cualquier irregularidad para presentar quejas ante la Secretaría de Gobernación.
Los paisanos, provenientes de diversas partes de Estados Unidos, se dirigen principalmente a estados como Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Tlaxcala, Puebla y Morelos, donde pasarán las festividades navideñas con sus familias.
Fernando Rocha, coordinador de Migrantes Unidos en Caravana, destacó que esta movilización busca enfrentar el “viacrucis” que año con año padecen los connacionales, a menudo víctimas de abuso por parte de autoridades y del crimen organizado.
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