Redacción
México.- Los videojuegos, una vez estigmatizados como potenciales generadores de violencia y perjudiciales para la salud visual, están emergiendo como poderosas herramientas para la difusión y apreciación del patrimonio cultural.
En el marco del Día Internacional de los Monumentos y Sitios, especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) han destacado el papel transformador que los juegos electrónicos pueden desempeñar en la conservación del legado cultural.
Programas como “Game Jam para la conservación, Jugando aprendemos a conservar el patrimonio cultural”, del INAH, han generado experiencias innovadoras que involucran a los jugadores en tramas y escenarios relacionados con el patrimonio histórico, arqueológico y paleontológico. Ejemplos como “La ruta de los exvotos”, “El despertar de Arari” y “Ha’Xibalba” demuestran cómo los videojuegos pueden convertirse en poderosos medios para explorar y difundir la riqueza cultural de México.
Incluso en el ámbito comercial, juegos como Forza Horizon 5 han incorporado escenarios históricos y arqueológicos mexicanos, como Tulum, Teotihuacán, Tula, Uxmal y Ek-Balam, en sus narrativas, ampliando el alcance del patrimonio cultural a nuevas audiencias.
Para Gabriela Durán, enlace de Vinculación Interinstitucional en la subdirección de Vinculación y Enlace de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) del INAH, los videojuegos son aliados poderosos para la difusión del patrimonio, especialmente entre las generaciones más jóvenes, cuyos procesos cognitivos y de aprendizaje se ven favorecidos por esta forma de entretenimiento.
Sin embargo, Durán hace hincapié en la importancia de que los juegos se enfoquen genuinamente en el patrimonio, evitando su mera utilización como pretexto o accesorio. Benito Velázquez, restaurador adscrito también a la CNCPC, coincide en que la autenticidad y precisión histórica son fundamentales para que un videojuego sea educativo y enriquecedor.
El interés pedagógico en los videojuegos relacionados con el patrimonio es relativamente reciente, pero está creciendo de manera significativa. Es un campo que está siendo explorado con seriedad y que representa una oportunidad única para combinar entretenimiento y educación de una manera innovadora.
El llamado a una colaboración más estrecha entre desarrolladores de videojuegos y estudiosos del patrimonio cultural resuena en las reflexiones de Durán y Velázquez. Ambos instan a un trabajo conjunto que garantice la autenticidad y relevancia de los contenidos culturales presentados en los juegos electrónicos.
En este contexto, la convocatoria para el Mini Game Work Jam, un evento virtual para el desarrollo de videojuegos con temática de conservación del patrimonio gráfico rupestre, representa una oportunidad para seguir explorando las posibilidades educativas y culturales de los videojuegos en el ámbito del patrimonio cultural.
Discussion about this post