Redacción
Estados Unidos.- La efervescencia política en la Unión Americana se elevó al máximo luego de que Donald Trump se lanzó ayer por la noche a la carrera por la Casa Blanca. Lo hizo a su estilo, lanzando una campaña que promete ser implacable en el campo republicano, magullado y dividido por la decepción de las recientes elecciones intermedias en Estados Unidos (EU).
El ex presidente entregó ayer a las autoridades electorales estadounidenses los papeles para registrar su candidatura a las elecciones presidenciales de 2024, un paso oficial y quizás uno de los pocos convencionales que dará en su campaña.
El lanzamiento de su campaña celebrado ayer por la noche en el gran salón de su residencia de Mar-a-Lago en Florida, rodeado de banderas, con una muchedumbre que lo vitoreaba y frente a un micrófono sin que nadie le robara el protagonismo.
Las elecciones de 2024 en Estados Unidos serán el 5 de noviembre de ese año. Primero, entre invierno y primavera de ese año, el partido republicano y demócrata oficializarán a sus candidatos.
Probablemente el candidato del lado demócrata sea Joe Biden, quien derrotó a Trump en 2020, descalabro electoral que el magnate jamás ha reconocido.
Lo que tampoco nadie olvida es el estado en que el republicano dejó Washington aquel año, luego de que sus simpatizantes sumieron en caos la capital norteamericana y asaltaron el Capitolio.
Lejos de retirarse de la arena política, el empresario se dedicó estos años a incomodar a la administración de Biden y a reunir fondos para lo que está por venir.
El evento de ayer en Florida demostró que Trump ha cambiado poco en estos años y por el contrario, dejó varias “perlas”, con declaraciones rimbombantes y amenazadoras a sus oponentes: “Esta no será mi campaña, será nuestra campaña. Todos juntos. Porque la única fuerza lo suficientemente grande para vencer a la maquinaria corrupta es la de ustedes, los estadounidenses”, anotó.
El magnate anotó además que “el voto hispano (para los republicanos) ha sido sorprendente. Son grandes personas, muy emprendedores. Decían que yo no les gustaba, pero ellos entienden la frontera mejor que nadie. Quieren seguridad. Quieren todo lo que hemos hecho aquí en Florida”.
Pero el polémico político no va en “caballo de hacienda” a la candidatura, pues son numerosos los problemas legales del expresidente que amenazan su carrera de vuelta a la presidencia, entre ellos su papel en el ataque a la sede del Congreso de Estados Unidos el 6 de enero de 2021, así como su gestión de los archivos de la Casa Blanca, entre otras.
Me aseguraré de que Joe Biden no logre cuatro años más. Nuestro país no podría soportarlo”