Redacción
México.- Durante décadas, migrantes han llegado a México en busca de una mejor vida, sin embargo, ante la falta de oportunidades, muchas mujeres han optado por ejercer el trabajo sexual para sobrevivir.
Hace casi 40 años, Yahayra, salvadoreña y Karla, una mujer trans hondureña, llegaron a México buscando una mejor oportunidad de vida. Los obstáculos para poder regularizar su situación, las obligaban a tomar cualquier oportunidad laboral con la que pudieran sobrevivir.
Sin documentos ni mejores alternativas, las dos optaron por dedicarse al trabajo sexual. En el caso de Karla, su transformación, casi le costó la vida, pues para sentirse más atractiva en el trabajo sexual, le inyectaron aceite comestible y mineral en el cuerpo. Hoy sufre los estragos de esta decisión.
Según la organización “Brigada callejera”, el número de trabajadoras sexuales en la Ciudad de México, lugar, que se ha convertido en destino migratorio, se duplicó del 2019 al 2020 principalmente por el desempleo causado por la pandemia, pasando de 7 mil 500 a 15 mil, de las cuáles, el 15%, son mujeres migrantes.