Redacción
León – Este jueves, familiares, amigos y seguidores del activista social Adolfo Enríquez Vanderkam dieron el último adiós en medio de un tenso ambiente marcado por un importante operativo de seguridad. Vanderkam perdió la vida el pasado martes 21 de noviembre en un violento ataque a balazos a las afueras de una taquería, a tan solo una cuadra del emblemático Arco de la Calzada, en el centro de León.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 22:00 horas cuando, tras salir del establecimiento ubicado en la calle Doctor Hernández Álvarez y 5 de febrero, un individuo se aproximó al activista y le disparó en varias ocasiones antes de huir rápidamente en una motocicleta. Vanderkam perdió la vida en el acto, mientras que el joven de 17 años que lo acompañaba resultó herido y fue trasladado de emergencia a un hospital.
El día del entierro, un mensaje circuló en redes sociales, amenazando a aquellos que asistieran al velorio de Vanderkam con disparos en el panteón San Nicolás. El temor se intensificó cuando un vendedor de flores fue asesinado a tiros fuera del panteón, con el ataque perpetrado por dos individuos en motocicleta.
La Secretaría de Seguridad, Prevención y Protección Ciudadana desplegó un gran operativo para garantizar la seguridad durante el sepelio. Al menos 30 policías custodiaron las instalaciones desde la salida del féretro hasta el panteón.
Según informes locales, alrededor de 400 personas se congregaron para dar el último adiós a Adolfo Enríquez Vanderkam, un activista muy querido en la localidad por su incansable labor de denunciar injusticias. Entre lágrimas, los asistentes expresaron su agradecimiento por su valiente trabajo y se despidieron emocionados.
ONU-DH condena asesinato
La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condenó el asesinato de Vanderkam y exigió al Gobierno una investigación “pronta y efectiva”. Destacaron el papel del activista en el uso de las redes sociales para denunciar delitos e irregularidades, recordando que había recibido amenazas previas debido a su valiente labor cívica.
Jesús Peña, representante adjunto en México de la ONU-DH, expresó su consternación, señalando que Enríquez Vanderkam “se había ganado la confianza de muchos ciudadanos de León” por su defensa del derecho al acceso a la justicia para las víctimas de la violencia en la ciudad. La ONU-DH insta a una investigación que priorice la labor de denuncia realizada por la víctima, mientras la comunidad exige justicia por su trágica pérdida.
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