Redacción
Ciudad de México.- En un acto histórico para la defensa de los derechos humanos de las niñas, niños y adolescentes indígenas, el Senado de la República aprobó este martes por unanimidad una reforma constitucional para prohibir los matrimonios infantiles en comunidades indígenas.
Con 76 votos a favor, la Cámara Alta avaló la reforma al artículo 2 de la Carta Magna, que establece el respeto al interés superior de la niñez indígena y prohíbe que los usos y costumbres de las comunidades justifiquen prácticas que vulneren sus derechos.
El dictamen, que ahora será turnado a la Cámara de Diputados para su análisis y eventual aprobación, reconoce que las niñas y adolescentes indígenas son particularmente vulnerables a sufrir actos que violan sus derechos, como el matrimonio forzado.
Las y los senadores destacaron que, si bien es necesario respetar los usos y costumbres de las comunidades indígenas, estos no pueden estar por encima de los derechos humanos de la niñez.
“Esta reforma busca contribuir a la protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes indígenas, considerando de suma importancia el respeto a su interés superior, sin perjuicio del derecho a la autodeterminación de los pueblos originarios”, señala el documento.
Durante el debate, las senadoras de diferentes partidos políticos condenaron la práctica del matrimonio infantil en comunidades indígenas y exigieron medidas contundentes para proteger a la niñez.
La senadora Lilia Margarita Valdez Martínez (Morena) confió en que ningún grupo parlamentario se opondría a la reforma por “politiquería”, pues es inadmisible que haya niñas de 13 o 14 años casadas con hombres de más de 35 años.
Por su parte, la senadora Josefina Vázquez Mota (PAN) advirtió que México ocupa uno de los primeros ocho lugares en el mundo en materia de matrimonio forzado infantil, una práctica que no obedece a los usos y costumbres, sino a la falta de reconocimiento de la niñez como sujetos de derecho.
La senadora Geovanna Bañuelos (PT) lamentó que en estados como Oaxaca, Chiapas y Guerrero persistan prácticas que atentan contra la libertad de decisión y los derechos humanos de las niñas y adolescentes indígenas, y mencionó que en Guerrero se tiene registro de 300 mil niñas que han sido vendidas para matrimonio.
La aprobación de esta reforma por parte del Senado representa un paso fundamental para erradicar el matrimonio infantil en México y garantizar el pleno ejercicio de los derechos de la niñez indígena.
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