Estados Unidos- Las redadas migratorias en Los Ángeles se han intensificado desde el pasado viernes, acumulando hasta este miércoles 330 personas detenidas, según confirmaron fuentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE). De ellas, al menos 113 personas contaban con antecedentes penales, informó la Casa Blanca.
Los operativos se han desplegado en centros comerciales, zonas agrícolas e incluso en espacios considerados seguros por la comunidad, como escuelas, iglesias y gimnasios. La organización CLEAN Carwash Worker Center denunció que cinco autolavados en los condados de Los Ángeles y Orange fueron blanco de redadas en días recientes. Mientras tanto, las protestas en contra de las acciones del ICE han disminuido, en parte debido al toque de queda impuesto en el centro de la ciudad.
En una conferencia conjunta, funcionarios de 30 ciudades californianas, entre ellos la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, pidieron el cese inmediato de los operativos, al considerarlos una amenaza directa a los derechos humanos y a la estabilidad de las comunidades migrantes.
La tensión creció aún más luego de que agentes del Departamento de Seguridad Nacional embistieran a un conductor, alegando que había agredido a un oficial de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) durante las protestas del fin de semana. Por su parte, el gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenó el despliegue de la Guardia Nacional en su estado con el argumento de “mantener la paz”.
En paralelo, la CBP anunció que la Patrulla Fronteriza será parte del operativo de seguridad durante el partido inaugural de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA, que se celebrará el sábado en el Hard Rock Stadium de Miami Gardens, Florida, entre el Inter Miami y el club egipcio Al Ahly.
Una publicación en redes sociales por parte de la CBP —más tarde eliminada— generó incertidumbre sobre el verdadero papel de los agentes durante el evento. “Que comiencen los partidos”, decía el mensaje, acompañado de un anuncio sobre su presencia en el estadio.
El analista de políticas de la Coalición de Inmigrantes de Florida, Thomas Kennedy, advirtió que la presencia de agentes federales podría disuadir a miles de personas de asistir a los partidos, en especial a quienes temen detenciones por su estatus migratorio. Esto ocurre en medio de una baja demanda de boletos que ya preocupa a la FIFA, a tan solo un año de que Estados Unidos sea anfitrión de la Copa Mundial 2026.
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