Redacción
México.- Este 1 de noviembre, entró en vigor la reforma de supremacía constitucional, publicada en el Diario Oficial de la Federación, la cual establece que las adiciones y reformas a la Constitución ya no podrán ser impugnadas. Esta reforma fue impulsada por el partido Morena y aprobada en el Congreso en menos de 24 horas, pasando rápidamente por ambas cámaras y más de 17 congresos locales.
La reforma añade un quinto párrafo al Artículo 105 de la Constitución, indicando que no proceden controversias constitucionales ni juicios de amparo contra modificaciones constitucionales: “Son improcedentes las controversias constitucionales o acciones de inconstitucionalidad que tengan por objeto controvertir las adiciones o reformas a esta Constitución”. Este cambio, firmado por la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, también modifica el inciso II del Artículo 107, eliminando la posibilidad de recurrir al amparo en tales casos.
La aprobación ocurrió en una sesión sin la participación de los partidos de oposición, quienes denunciaron que la reforma amenaza los derechos humanos. Diputados y senadores del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano se retiraron en señal de rechazo, argumentando que la inimpugnabilidad de las reformas constitucionales limita los mecanismos de protección jurídica y reduce los contrapesos.
El líder de la bancada de Morena, Ricardo Monreal, defendió la medida, asegurando que la reforma se alinea con los principios de inimpugnabilidad previstos en la Constitución. “Ningún juez, ministro o magistrado puede anular una norma del órgano reformador de la Constitución. Lo que hicimos fue reafirmar la improcedencia de recursos y acciones contra reformas constitucionales”, afirmó Monreal.
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