Redacción
España.- Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), anunció en una reunión de la asamblea extraordinaria de la RFEF que no renunciará a su cargo a pesar de la controversia generada por un beso no consentido en los labios a una campeona del Mundial femenino tras la final. En un tono desafiante, Rubiales repitió “No voy a dimitir” en cuatro ocasiones seguidas y acusó a “falsas feministas” de llevar a cabo una caza de brujas en su contra.
El incidente ocurrió después de que la selección femenina de España ganara la Copa del Mundo en Sidney, Australia. Rubiales besó a la futbolista Jenni Hermoso en los labios sin su consentimiento, lo que generó una gran polémica y empañó la victoria del equipo femenino.
Rubiales defendió que el beso fue “mutuo y consentido”, a pesar de la reacción negativa de la futbolista afectada y de que se presentó un comunicado en su nombre solicitando que la conducta de Rubiales no quede impune.
El presidente de la RFEF también se disculpó por un gesto obsceno que realizó poco antes del beso, donde se agarró los genitales en un gesto vulgar de victoria.
La FIFA, el ente rector del fútbol mundial, abrió un expediente disciplinario contra Rubiales y estudiará si su conducta violó las normas de conducta decente y si afectó la imagen del deporte del fútbol y de la FIFA. Las autoridades deportivas españolas también están investigando las denuncias formales presentadas contra Rubiales por posibles infracciones de la ley del deporte española y del código de conducta de la RFEF.
La polémica ha generado un debate en España sobre el machismo y la conducta inapropiada en el mundo del deporte y ha llevado a figuras políticas, como la Vicepresidenta del Gobierno en funciones Yolanda Díaz, a pedir la renuncia de Rubiales.
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