Redacción
Estados Unidos. – El pasado 14 de diciembre de 2022, una cápsula Soyuz a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS) sufrió una fuga de refrigerante, misma que controla la temperatura interna de la cápsula y, el cual ha quedado drenado y expulsado al espacio.
Este incidente que duró varias horas e interrumpió las operaciones de la estación, y obligó a los astronautas a refugiarse junto con los astronautas de la NASA.
Asimismo, la fuga se produjo cuando los cosmonautas se preparaban para una caminata espacial de rutina, y que fue cancelada tras detectar en la emisión en directo de la NASA la fuga del material.
Y aunque hasta el momento se desconoce que pido haber originado la fuga, ahora la NASA planea usar un cohete de SpaceX, una de las empresas de Elon Musk, para rescatar a los tres astronautas de la nave rusa Soyuz averiada, ya que la cápsula no es segura para la reentrada en la atmósfera terrestre.
Por el momento, los astronautas de la misión rusa se encuentran varados en la ISS sin un plan concreto para rescatarlos, salvo que la empresa del creador de Tesla, SpaceX podría ser la pieza clave para dicho rescate.
La situación no supone una amenaza inminente para la vida de los astronautas, pero es necesario tener planes de actuación preparados por si algún imprevisto hiciera necesaria una evacuación de la estación espacial.
Con ello, Rusia evalúa la opción de enviar otra Soyuz de rescate que estaría lista para el mes de febrero, mientras que la NASA evalúa la situación con SpaceX, que podría enviar una de sus naves espaciales Dragon o tratar de acoplar más plazas en la que ya está en la estación espacial.
La tripulación afectada por la fuga es la que llegó a la estación en la Soyuz MS-22, compuesta por los rusos Sergey Prokopyev y Dmitry Petelin y el estadounidense Frank Rubio, quienes arribaron en septiembre pasado a la ISS.