Redacción
Londres.– Para las jugadoras trans del equipo londinense Goal Diggers FC, la histórica sentencia judicial británica que establece que la definición legal de mujer debe basarse en el sexo biológico ha dejado al club de futbol cuestionándose contra quién pueden jugar y dónde.
La declaración del Tribunal Supremo de Reino Unido el mes pasado de que sólo las mujeres biológicas, y no las trans, cumplen la definición de mujer según las leyes de igualdad tiene implicaciones para lugares de trabajo, hospitales, prisiones, escuelas, asociaciones y equipos deportivos.
El organismo de control de igualdad del país publicará nuevas directrices en breve, pero sus orientaciones provisionales han afirmado que a las personas trans se les debe prohibir el uso de instalaciones, incluidos aseos y vestuarios, del género con el que viven.
Goal Diggers se fundó en 2015 con el objetivo de hacer el futbol más accesible a todas las mujeres y personas no binarias, independientemente de su experiencia o capacidad.
Asegura que ya ha renunciado a una liga alineada con la Asociación Inglesa de Futbol (FA, por sus siglas en inglés), que prohibirá a las mujeres trans jugar al futbol femenino a partir del 1 de junio, y dice que renunciará a cualquier otra liga que siga esas normas.
La FA dijo el 1 de mayo que se iba a poner en contacto con las mujeres trans registradas que juegan al futbol para explicarles los cambios y cómo podían seguir participando en el deporte, sin dar más detalles.
Los derechos de las personas trans se han convertido en una cuestión muy política en Reino Unido y otros países. Algunos críticos afirman que la derecha conservadora ha utilizado la política de identidad como arma para atacar a grupos minoritarios, mientras que otros sostienen que el apoyo liberal a las personas trans ha vulnerado los derechos de las mujeres biológicas.
Distintos países han adoptado enfoques diferentes en lo que respecta al deporte —el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha tratado de excluir a las niñas y mujeres trans de los deportes femeninos— y abogados y activistas discrepan sobre la sentencia de Reino Unido.
Jane Sullivan, coordinadora de deportes del grupo de presión Women’s Rights Network, celebró la sentencia. Sostiene que las mujeres trans podrían tener una ventaja física al haber nacido varones y que deben respetarse los espacios para un solo sexo.
Afirmó que su organización vigilará a quienes no cumplan las nuevas normas.
Seema Patel, experta en derecho deportivo de la Facultad de Derecho de Nottingham, afirmó que la prohibición de la FA había sido “prematura” al actuar antes de que el organismo de control de la igualdad emitiera sus orientaciones completas y señaló que debería haber enfoques distintos para el deporte aficionado y el de élite.
Sammy Rees, una mujer trans de 26 años que juega en el club londinense junto con otras personas LGBTQ+, afirmó que la intensa atención que la sentencia había suscitado sobre las personas trans había sido difícil.
“Me he juzgado más a mí misma, he sido más crítica, (…) he pensado (más) en cómo me verían los demás de forma negativa”, afirmó Rees.
“Definitivamente, pasa factura”, dijo, y añadió que aún esperaba que todo fuera “sólo un mal sueño”.
Discussion about this post