Los Ángeles – Lo que comenzó como una historia de amor de ensueño terminó en una desgarradora estafa. Guadalupe Cepeda, una mujer de 63 años residente en Los Ángeles, estuvo a punto de abandonar a su esposo para iniciar una nueva vida con quien pensaba que era el famoso cantante Enrique Iglesias. Sin embargo, todo resultó ser un cruel engaño.
Según relató al programa Primer Impacto de Univisión, todo comenzó cuando se unió a un club de fans del artista. Poco después, recibió mensajes por WhatsApp de un supuesto Enrique Iglesias, quien le declaraba su amor, le prometía matrimonio e incluso la compra de una casa para vivir juntos.
“Me dijo: ‘yo te amo, siempre voy a estar contigo, si tu marido no te quiere, aquí estoy yo, te quiero para toda la vida'”, narró Cepeda, quien llegó a enamorarse profundamente del impostor.
Pero la ilusión se desplomó cuando su esposo descubrió que los mensajes provenían de un número con código internacional de África. “Me dijo que estaba enamorada y que se iba a ir con Enrique. Le dije: ‘si es el verdadero Enrique, adelante’, pero resultó ser un engaño”, relató su marido.
El impostor no solo manipuló sus sentimientos, sino que también intentó sacarle dinero. Le solicitó tarjetas de regalo para aplicaciones y hasta le pidió fotografías comprometedoras. “Me decía que le dolía la cabeza por estar metido en la computadora y que ocupaba arreglarla. Me pidió dinero, y cuando le dije que no tenía, me respondió: ‘hazle como puedas, pídele a tu marido o quítale a tu marido’”, explicó la víctima.
El caso ya está siendo investigado por las autoridades. Mientras tanto, a través de su equipo de prensa, Enrique Iglesias advirtió a sus seguidores sobre este tipo de fraudes y pidió que no caigan en engaños de personas que usan su nombre e imagen para estafar a fans vulnerables.
A pesar de lo sucedido, Guadalupe Cepeda todavía tiene una última pregunta para el verdadero Enrique Iglesias y le envió un mensaje directo: “Quisiera saber si eres tú para arreglar esto; si me estás diciendo que me vaya contigo y que te vas a casar conmigo, dilo. Y si no, también dime la verdad para quedarme en paz con mi matrimonio”.
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