Redacción
México.- La erupción de un volcán submarino en Tonga, y el tsunami que generó, dejaron atrapadas a los poco más de 100 mil habitantes de estas islas del Pacífico sur. Entre ellas, dos mexicanos: Leslie Elisa Nava Flores y David Olaf Santillán González, cuyas familias quieren asegurarse de que están a salvo y de que pronto puedan salir de allí.
La erupción volcánica, el sábado, provocó una ola de 1.2 metros en la capital de las islas Tonga, Nukualofa, donde viven los dos biólogos mexicanos. Los residentes se refugiaron en zonas elevadas, pero en la costa hubo grandes daños. “El tsunami ha tenido un impacto significativo en la banda costera de la parte norte de Nukualofa”, alertó la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern.
Apenas este lunes Australia y Nueva Zelanda lograron enviar aviones militares para evaluar daños, luego de que las cenizas complicaran los sobrevuelos. La electricidad se restableció, pero no la comunicación, y se teme que pasarán días antes de que todo mejore.
Para empeorar la situación, cuando en Tonga ya era lunes el Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico detectó olas grandes que “podrían ser de otra explosión del volcán” Hunga Tonga-Hunga Ha’apai.