Redacción
Internacional.- Meteorólogos y analistas agrícolas han señalado la inminencia de un cambio hacia un episodio leve de La Niña en la segunda mitad de 2024, tras un periodo de El Niño que afectó significativamente el clima mundial. Este fenómeno, caracterizado por el enfriamiento de las aguas superficiales del océano frente a la costa tropical occidental de Sudamérica, suele tener importantes implicaciones para la distribución de las lluvias y el clima en diferentes regiones del mundo.
Chris Hyde, meteorólogo de Maxar, afirmó que la gran mayoría de los modelos meteorológicos apuntan hacia una Niña débil en la segunda mitad del año, con solo uno de cada 25 modelos mostrando una Niña fuerte. Esta transición podría tener un impacto significativo en la producción agrícola, especialmente en regiones clave como Australia, el Sudeste Asiático y América.
El fenómeno de El Niño del año pasado provocó un clima cálido y seco en Asia, afectando la producción de arroz en India y trigo en Australia, mientras que en América, algunas zonas experimentaron lluvias más abundantes, beneficiando la producción agrícola. Sin embargo, con la llegada de La Niña, se espera un patrón climático diferente, con más lluvias en Australia y el Sudeste Asiático, pero condiciones más secas en las regiones productoras de cereales y oleaginosas en América.
Los expertos destacan la importancia de la distribución temporal de las lluvias, señalando que La Niña puede ser beneficiosa para ciertos cultivos si las lluvias llegan a tiempo para la siembra y el crecimiento de los cultivos. Sin embargo, también advierten sobre posibles desafíos, como sequías persistentes en algunas áreas y dificultades en el movimiento de barcazas en ríos del Medio Oeste de Estados Unidos.
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