Redacción
México- La reciente detención de Ismael ‘El Mayo’ Zambada ha resucitado viejas historias en el municipio hidalguense de Acaxochitlán, un lugar donde el apellido Zambada García ha dejado una marca imborrable. Los habitantes de esta comunidad, de origen nahua, recuerdan con nostalgia los tiempos en los que Jesús Reynaldo Zambada García, conocido como ‘El Rey Zambada‘, tenía su finca en los ranchos Los Alpes y Quinta Paloma, ubicados en la sierra.
La noticia de la captura de ‘El Mayo‘ ha provocado tristeza e indignación entre los residentes, que aún guardan vívidas memorias de ‘El Rey‘ y su generosidad. La señora María Felipa, una pastora de unos 70 años, recuerda cómo ‘El Rey‘ empleaba a cientos de personas en su propiedad, ofreciendo trabajos bien remunerados en la crianza de puercos y en la vigilancia del vasto inmueble de 60 hectáreas. “Era un hombre bueno, alto, y su esposa era muy delgada”, rememora Felipa, destacando que durante las fiestas de Navidad, ‘El Rey’ solía regalar animales a la comunidad.
A pesar de su notoriedad, ‘El Rey’ Zambada fue visto por muchos como un benefactor, organizando eventos comunitarios y ofreciendo apoyo a quienes más lo necesitaban. El señor José, un residente local, describe al dueño de Los Alpes como “muy buena gente”, recordando cómo Zambada donó un puerco para un evento en la escuela de su barrio. Sin embargo, también expresa su sorpresa al enterarse de la verdadera naturaleza de las actividades de ‘El Rey’: “No sabía que así de malo era, nada. Le decían El Rico”.
La captura de ‘El Rey’ en octubre de 2008 en la Ciudad de México tuvo repercusiones directas en Acaxochitlán. Amelia, otra residente, recuerda cómo su cuñado, empleado de Zambada, cayó enfermo de diabetes tras el cateo de las propiedades por parte de la policía. A pesar de los eventos que siguieron a la detención, Amelia, como muchos otros en el pueblo, mantiene un recuerdo positivo de “El Rey”, valorando el empleo y la generosidad que ofreció a la comunidad.
Hoy en día, las fincas de los Zambada en Acaxochitlán son poco más que ruinas, marcadas por el tiempo y el abandono. Las estructuras de concreto, con las iniciales ‘MZ’ grabadas, se mantienen como un testimonio de los días en que los Zambada García eran una presencia poderosa en la región. A pesar de la caída de ‘El Mayo’, y la decadencia de sus propiedades, la memoria de “El Rey Zambada” sigue viva entre los habitantes de Acaxochitlán, quienes aún hablan de él con un inusual respeto y aprecio.
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