Redacción
San Luis Potosí.- Sanjuana Maldonado Amaya, quien fue condenada a 30 años de prisión por un delito que asegura no cometió, fue liberada este jueves tras recibir el indulto por parte del Congreso del Estado de San Luis Potosí.
En una sesión ordinaria histórica, los 25 diputados presentes votaron de manera unánime a favor del indulto de Sanjuana, provocando gritos y aplausos de activistas, familiares y amigos reunidos en el recinto legislativo. “¡Sí se pudo!”, “¡Sanjuana libre!”, resonaron las voces emocionadas celebrando este primer caso de indulto en la administración estatal.
Tras la resolución, funcionarios gubernamentales acudieron al Centro de Reinserción Social (Cereso) de Xolol en Tancanhuitz para notificar a Sanjuana sobre su liberación inmediata. “Sanjuana, te vengo a notificar de parte del señor Gobernador y del Congreso del estado, que se te concede el indulto (…) otorgándote en consecuencia tu inmediata libertad”, se le informó mientras ella no dejaba de sonreír.
En un emotivo mensaje dirigido al Mandatario estatal, Sanjuana agradeció: “Que Dios lo siga bendiciendo y lo siga usando para hacer justicia en nuestro estado. Gracias señor Gobernador”.
El Gobernador José Gallardo Cardona destacó la importancia de los nuevos mecanismos de justicia implementados en San Luis Potosí. “En nuestro estado hacemos valer el estado de derecho y la justicia, por eso atendimos la historia de Sanjuana Maldonado para otorgarle este indulto”, subrayó.
Por su parte, el Secretario Estatal de Seguridad, José Luis Ruiz Contreras, destacó que la liberación de Sanjuana es un ejemplo destacado de reinserción en el sistema penitenciario potosino. Durante su tiempo en prisión, Sanjuana participó activamente en programas educativos y laborales, demostrando un notable progreso en su reintegración.
Sanjuana Maldonado Amaya, proveniente de una familia humilde en Matehuala, enfrentó una dura batalla legal tras ser acusada en 2009 durante un operativo policial. En su podcast desde la cárcel, relató su experiencia de injusticia, destacando las irregularidades en su proceso y la falta de pruebas sólidas en su contra.
Ahora, con 36 años, Sanjuana tiene la oportunidad de reunirse nuevamente con sus hijos, de quienes fue separada durante su encarcelamiento. Su liberación no solo marca un paso hacia la justicia individual, sino también un llamado a la revisión de casos similares en el sistema judicial potosino.
La historia de Sanjuana Maldonado Amaya es un recordatorio de las injusticias que aún enfrentan muchas personas dentro del sistema legal, y un ejemplo de cómo la perseverancia y el apoyo pueden conducir a la libertad y la reparación.
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