Redacción
Apaseo el Grande.- El pasado 30 de noviembre, un ataque armado dejó ocho muertos en un paraje de la zona conocida como el Trébol de los Apaseos, en Apaseo el Grande, Guanajuato. El incidente ocurrió alrededor de las 21:30 horas, cuando un grupo de presuntos sicarios disparó varias ráfagas de balas contra clientes de establecimientos que vendían comida mexicana, como carnitas, cajeta y dulce de leche, entre otros productos típicos.
Según versiones preliminares, las víctimas se encontraban en diversos locales donde se consumían bebidas alcohólicas y otros productos. El alcalde de Celaya, Juan Miguel Ramírez, declaró que los agresores aparentemente tenían como objetivo a una persona en específico, pero el ataque resultó en la muerte de siete personas más y dejó a dos heridos.
Entre las primeras víctimas identificadas se encuentran Ricardo Eduardo López Ortega, paramédico del Sistema de Urgencias del Estado de Guanajuato (SUEG), y dos rescatistas del Cuerpo de Bomberos: Fernando Ulises Ramírez Vázquez y Alejandro Ortega. Además, el Comité Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (CMAPA) de Apaseo el Grande confirmó que uno de sus trabajadores, Arturo Escobar Ramírez, también fue asesinado en el ataque.
Las otras víctimas fueron identificadas como Fernando Antonio “N”, Ángel Adrián “N”, Édgar “N” y Rafael “N”. A la mañana del 3 de diciembre, las autoridades aún no habían informado sobre detenciones relacionadas con el ataque, ni sobre el móvil del multihomicidio.
Ante la creciente violencia en la zona, el general Laureano Carrillo Rodríguez, comandante de la Fuerza de Tarea de Celaya, anunció el despliegue de 300 militares y agentes de la Guardia Nacional, así como la instalación de un puesto de vigilancia fija en el Trébol de los Apaseos para reforzar la seguridad en la región.
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