Redacción
Inglaterra.- Pete Broadhurts, un hombre de 79 años de edad, se realizó hace tres años una cirugía que estaba destinada a ayudarlo, pero la cirugía fallida terminó imposibilitando al jubilado cerrar los ojos permanentemente.
El hecho se registró en Birmingham en 1959, Broadhurts fue al dentista para arreglar uno de sus dientes, sin embargo, como consecuencia del proceso, sus mejillas terminaron hinchadas de por vida; hasta que en 2018, el hombre agendó una cita en un hospital privado para someterse a una serie de cirugías estéticas para resolver su problema.
El Hospital le ofreció un estiramiento de cuello, una blefaroplastia debajo de los ojos y una rinoplastia que lo ayudarían a recuperar su apariencia normal por el precio de 11 mil libras esterlinas, que se traducen a más de 300 mil pesos mexicanos.
Pete menciona que posterior al proceso, el sentía mucho dolor en rostro, “Fue horrible, no podía cerrar los ojos”, sin embargo, personal del hospital aseguraron que el dolor y la hinchazón eran normales, y que se pasarían.
Después de algunos meses, Pete seguía sin la capacidad de cerrar los ojos por completo, situación que provocaba irritación y problemas para dormir. A pesar de haberse vuelto a someter a procesos que conectarían las mejillas con sus parpados a través de in injerto de piel, Broadhurts aún presenta problemas para cerrar los ojos, por lo que le es necesario aplicarse gotas ocho veces al día, además de utilizar cinta para tapar sus ojos durante la noche.
Su visión ahora es tan pobre que no puede conducir un automóvil o distinguir las expresiones faciales de las personas, y ha tenido que abandonar su pasatiempo de disparar porque no puede ver el objetivo.
Desde entonces, todos los hospitales privados se han negado a realizar más cirugías, ya que podrían exacerbar sus problemas de visión, y el NHS tiene una lista de espera de un año.
“Sea quien sea en quien confíes, incluso un cirujano de primer nivel, ten cuidado porque puede arruinar tu vida” advirtió.
Con información de El Heraldo