Redacción
México.- Antonio Núñez camina desde Irapuato hasta San Juan de los Lagos como parte de la peregrinación religiosa. Con sus termos para café, cobijas, una lona para dormir y su hijo de 3 años en los hombros es como llega a ver a la virgen de San Juan.
Salió junto con su esposa desde la comunidad de Arandas del municipio fresero de Irapuato y este jueves durante su paso por León comentaron que para ellos es una tradición, y que él tiene más de 25 años de caminar.
Maribel Molina es su esposa quien por segunda vez consecutiva lo acompaña y ambos lo hacen por gusto y agradecimiento y no por una manda a la virgen de San Juan. Asimismo, la familia aseguró que este año, aunque esté cerrado el templo, la finalidad es llegar hasta afuera para pedirle salud, trabajo y sobre todo para que se acabe la pandemia.
Posteriormente el hombre comentó que le dieron permiso en su trabajó donde se dedica a la obra, incluso eso le ayuda para aguantar el peso de su hijo en los hombros durante todo el camino.
Con información de: MILENIO.