Redacción
México.- La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) advirtió que la iniciativa presidencial de reforma electoral es claramente regresiva y representa un agravio a la vida democrática.
“Expresamos nuestra franca preocupación, al igual que muchos ciudadanos de instituciones de la sociedad civil -y de las mismas organizaciones políticas-, por una reforma constitucional en materia electoral, iniciativa del Ejecutivo federal, que por orientación y motivos es claramente regresiva.
“Constituye un agravio a la vida democrática, reforma destinada a afectar la representación y el equilibrio de las minorías y mayorías, llevando el control de los comicios hacia el ámbito del Gobierno federal centralista, afectando su gestión presupuestal, eliminando su autonomía ciudadana y su imparcialidad partidista”, expresó la CEM.
El máximo órgano de la Iglesia católica consideró que ningún gobernante que prometió hacer guardar la Constitución tiene derecho a impulsar este tipo de propuestas.
“La sola pretensión de hacerlo pone en entredicho la calidad moral de quienes la impulsan”, apuntó en un pronunciamiento público.
En medio de la discusión para modificar la Constitución para transformar al INE y al Tribunal Electoral, los sacerdotes demandaron al Ejecutivo y Legislativo asumir su responsabilidad con la historia.
Por ello, les pidió un análisis serio dejando a un lado intereses ideológicos, particulares e inapropiados para el bien común en un Estado de derecho democrático.
“Apelamos a la prudencia legislativa y al compromiso del Gobierno para con toda la ciudadanía, más allá de intereses partidistas o de protagonismo histórico.
“La defensa de nuestras instituciones electorales es responsabilidad y deber de todos los ciudadanos. Por ello decimos junto a millones de voces: no pongamos en riesgo la estabilidad y gobernabilidad democrática”, afirmó.
En la carta pública, firmada por integrantes del Consejo de la Presidencia de la CEM, que encabeza Monseñor Rafael Cabrera, Arzobispo de Monterrey, defendieron al INE y al Trife.
Estos órganos electorales, aseguró el Episcopado, realizan una importante labor para el sostenimiento de la democracia.
El INE, sostuvo, ha madurado a lo largo de 25 años y, gracias a su autonomía de los poderes políticos, ha permitido procesos electorales federales y locales “justos, equitativos, abiertos, transparentes y confiables”.
Para la CEM, el Instituto ha mostrado imparcialidad y legalidad, fiscaliza las contiendas electorales e impulsa condiciones de equidad.
“Exhortamos respetuosamente al Poder Ejecutivo y Legislativo a que asuman su responsabilidad con la historia y con las futuras generaciones haciendo a un lado intereses ideológicos, particulares e inapropiados”, agregó el Episcopado en la carta en la que encomiendan a México a la Virgen de Guadalupe.