Redacción
México- La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, encabezada por Omar García Harfuch, anunció una reorientación de las fuerzas federales de seguridad, priorizando el despliegue de 246 mil 250 efectivos de la Guardia Nacional y las fuerzas armadas en Sinaloa, Chiapas y Michoacán. Esta decisión deja nuevamente al estado de Guanajuato fuera del foco principal de atención, a pesar de sus altos índices de violencia y homicidios derivados de conflictos entre cárteles del narcotráfico.
Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, Guanajuato ha registrado una escalada de violencia, una situación que la Gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo buscó atender al reunirse recientemente con la Presidenta Claudia Sheinbaum. Sin embargo, los recientes anuncios de la Secretaría de Seguridad confirman que el esfuerzo federal se concentrará en otras regiones. La estrategia nacional está dirigida hacia áreas con altos índices de delitos de alto impacto, como el municipio de Culiacán en Sinaloa, Comalapa en Chiapas, y zonas de Michoacán donde la delincuencia ha afectado la economía local, incluyendo la producción de limón y el robo de transporte en carreteras federales.
Adicionalmente, Marcela Figueroa, Secretaria Ejecutiva del Sistema Nacional de Seguridad Pública, informó que delitos de alto impacto como la extorsión aumentaron un 18.3% en el último mes a nivel nacional. Sinaloa ha sido especialmente afectado por un repunte en homicidios dolosos durante septiembre y octubre, atribuido a pugnas internas entre grupos criminales, situación que ha roto la tendencia estable del año en dicho estado.
Para Guanajuato, este nuevo enfoque de seguridad federal representa un desafío en sus esfuerzos de reducir la violencia. El Gobierno estatal continuará en búsqueda de una colaboración estratégica que atienda las necesidades urgentes de seguridad, especialmente en municipios donde la situación de violencia ha resultado en un riesgo persistente para la población y la estabilidad social.
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