Guanajuato— La Secretaría del Agua y Medio Ambiente (SAMA) ha intensificado su labor en la protección, restauración y aprovechamiento sustentable de las Áreas Naturales Protegidas (ANP) en Guanajuato, con estrategias que involucran a comunidades, empresas y visitantes en la conservación de los ecosistemas del estado.
Entre las principales acciones que lleva a cabo la dependencia destacan las Semanas de la Conservación, eventos organizados directamente en las ANP, donde se realizan reforestaciones, talleres de reciclaje, concursos de fotografía y cuento, murales, capacitaciones para el monitoreo de fauna, podas sanitarias, educación ambiental, campamentos, avistamientos de aves, y jornadas de limpieza, entre otras actividades dirigidas tanto a la población local como a los visitantes.
Para garantizar un manejo ordenado y estratégico de estos espacios, 20 ANP cuentan ya con su programa de manejo, un documento rector que define los usos permitidos, las estrategias de conservación y las acciones específicas a implementar. Tres nuevos programas se encuentran en proceso de publicación.
La SAMA también impulsa el desarrollo comunitario mediante el fomento al turismo de naturaleza con enfoque sustentable, brindando talleres de capacitación en negocios, formación de guías locales, y fortalecimiento de proyectos productivos que permitan el aprovechamiento responsable de los recursos naturales.
Las ANP donde se ofrecen actividades como senderismo, campismo, ciclismo, kayak y observación de aves incluyen: Cuenca de la Esperanza, Peña Alta, Las Fuentes, Las Musas, Sierra de los Agustinos, Cerro de los Amoles, Laguna de Yuriria, Megaparque Bicentenario, Pinal del Zamorano y Sierra de Lobos.
El estado cuenta con 60 guardabosques comunitarios distribuidos en 18 ANP, quienes se encargan de orientar a los visitantes, prevenir incendios, monitorear la flora y fauna, y participar en actividades de restauración y educación ambiental.
Una de las estrategias más innovadoras impulsadas por la Secretaría es el programa “Adopción por la Conservación”, que busca integrar al sector empresarial en la protección ambiental. A través de convenios de colaboración, las empresas pueden adoptar al menos 10 hectáreas dentro de una ANP, aportar recursos económicos y participar en obras de restauración de su superficie adoptada. Estas acciones, ejecutadas por habitantes de las comunidades, generan empleos temporales y fomentan la corresponsabilidad ambiental.
Entre las labores realizadas en este esquema destacan la conservación de suelos y agua, reforestación, establecimiento de viveros, educación ambiental, y generación de líneas base para mediciones como la captura de carbono e infiltración de agua.
Finalmente, la SAMA hace un llamado a la población para respetar y cuidar estos espacios durante sus visitas: no tirar basura ni colillas de cigarro, respetar los senderos y contribuir al cuidado del entorno natural.
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