Por: Don Vasco
TRÁGICA MUERTE DEL PIRRI. La trágica muerte del empresario Guillermo Mendoza Suárez en manos del crimen organizado a llenado de luto a la sociedad celayense. Y no solo por la forma que de si genera indignación, sino también porque su padre es el actual alcalde de ese municipio. La inseguridad e incesante violencia no deja de acechar a nuestro estado, ya no se puede señalar de manera irresponsable y ofensiva que solo asesinan a quienes están involucrados con las bandas delincuenciales, ahora personas de bien son arteramente asesinadas como lamentablemente le sucedió al querido “Pirri” como le decía de cariño a Guillermo, el discurso de señalamiento ya no va, la autoridad evidentemente está rebasada y sin capacidad de respuesta. Que queda seguir convocando a la paz y la concordia, que algo pueda sacarnos de esta espiral de violencia, ni las condenas ni los acartonados y discursos nos devuelven la tranquilidad para nuestras familias.
CONSTERNACIÓN EN CLASE POLÍTICA. La clase política de nuestro estado está consternada y a la vez asustada por la tragedia de Celaya. Líderes de las fracciones parlamentarias del congreso estatal hablaron con la secretaria de gobierno Libia Denisse García para gestionar mayor protección para los alcaldes de sus partidos y para ellos mismo. En tanto han pasado las horas de la trágica muerte de Guillermo Mendoza Suárez, también las especulaciones han aumentado, no son pocos los que creen que el hecho sangriento envuelve un mensaje para su padre, el presidente municipal, y también quizá para la clase gobernante. Lo cierto es que hasta el momento ninguna autoridad ha tratado siquiera de aclarar los hechos.
¿Y DONDE ESTÁ EL EJÉRCITO? Los sucesos violentos de la semana pasada y de ayer en Celaya nos obligan a cuestionar ¿y dónde está el ejército? En la quema de Oxxos, los efectivos militares no estuvieron en la calles la noche del martes negro, salieron días después a instalar retenes en avenidas, casi que solo para que los vieran y que la gente crea que si trabajan. Son miles los soldados y agentes de la Guardia Nacional que han llegado a Guanajuato, pero ha sido infructuoso, la violencia que generan los carteles de la droga nos tienen sumidos en el miedo, la zozobra, la incertidumbre y el terror. Mientras el ejército hace exposiciones y posa para la fotografía. Y de la seguridad pues nada, ya sabemos que del lado del gobierno federal la política de abrazos y no balazos es la máxima para que nadie haga nada.