Redacción
México.- A pesar de las pruebas previas y los costosos gastos realizados por el Instituto Nacional Electoral (INE), el cronómetro utilizado en el primer debate presidencial falló, provocando interrupciones y quejas por parte de los candidatos.
El incidente ocurrió apenas en la primera pregunta del debate, cuando Jorge Álvarez Máynez abordaba el tema de salud y Claudia Sheinbaum, haciendo gestos, alertó a los moderadores sobre el mal funcionamiento del cronómetro instalado frente a los aspirantes.
El candidato del partido Movimiento Ciudadano fue interrumpido por el moderador Martín López San Martín con un “tiempo, candidato”, a lo que él respondió señalando que el reloj no estaba funcionando correctamente y que no pudo ver cuánto tiempo le restaba para su intervención.
Ante las quejas de Sheinbaum y Álvarez Máynez, la moderadora Denise Maerker prometió que la producción del debate revisaría los tiempos y se ajustaría en el tercer segmento para garantizar la equidad entre los participantes.
La empresa encargada de la producción e instalación del escenario y equipo, Full Circle y MVS Net, cobró una suma considerable de 16 millones 487 mil pesos, más IVA, por la organización de los tres debates. Dentro de este costo, los cronómetros representaron una parte significativa, con un valor de 6.6 millones de pesos, que incluía también el audio.
Durante el desarrollo del debate, al menos en cuatro ocasiones, los candidatos expresaron su descontento con el funcionamiento del cronómetro, generando una situación incómoda y desafiante para los moderadores y técnicos responsables del evento.
A pesar de las garantías ofrecidas por la conductora del debate, la falla del cronómetro marcó un contratiempo en el desarrollo del primer encuentro entre los candidatos presidenciales, poniendo de manifiesto la importancia de la logística y el funcionamiento adecuado de los equipos en eventos de esta naturaleza.
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