Redacción
Argentina.- Javier Milei, conocido como ‘El Loco’ y recientemente electo presidente de Argentina, ha ajustado su postura tras ganar las elecciones, sorprendiendo tanto a partidarios como opositores. Milei, un defensor del liberalismo económico y libertario social, ganó con la promesa de recortar el gasto gubernamental en un 40% para abordar la inflación de tres dígitos en el país. Sin embargo, su tono ha cambiado, desvinculándose de algunos asesores clave y alineándose con figuras del Gobierno anterior de centroderecha, que ridiculizó previamente.
Milei, de 53 años, atrajo votos de aquellos frustrados con el establecimiento político, aunque su visión libertaria no sea apoyada por todos sus seguidores. Su nueva postura se ha traducido en palabras más moderadas, reconociendo que la transición a su visión de capitalismo sin límites podría llevar más tiempo del esperado.
A pesar de su retórica dura durante la campaña, Milei ahora busca mantener relaciones cordiales con China, un importante socio comercial de Argentina. Su cambio de tono ha sido bien recibido por algunos inversores en Wall Street, pero persisten preocupaciones sobre la implementación de sus promesas de campaña, especialmente en un país enfrentando una severa crisis económica.
Milei ha mencionado la necesidad de cerrar ministerios, privatizar empresas estatales y reducir subsidios, medidas que podrían inicialmente aumentar la inflación. Además, su plan de eliminar el banco central y adoptar el dólar estadounidense como moneda nacional genera incertidumbre sobre el ritmo de implementación y sus consecuencias económicas.
Los sindicatos y movimientos sociales han expresado su oposición a los recortes previstos, y algunos analistas advierten sobre posibles protestas y tensiones sociales. A pesar de los desafíos, Milei mantiene su enfoque en equilibrar el presupuesto y llevar a cabo reformas económicas significativas.
Discussion about this post