Redacción
Estados Unidos.- Donald Trump hizo historia este martes 4 de abril tras ser el primer expresidente de Estados Unidos en entregarse a la justicia.
Durante su audiencia, se esperaba que Trump, quien llegó rodeado de agentes del Servicio Secreto, se declarara inocente; sin embargo, el expresidente estadounidense se declaró no culpable de 34 cargos de falsificación de registros comerciales.
No culpable es un recurso usado por la defensoría del imputado que se utiliza cuando la parte acusadora (como la Fiscalía) es incapaz o incompetente en establecer con pruebas fehacientes ante el jurado de que el acusado es realmente culpable de los cargos que se le imputan.
En caso contrario, cuando una persona se declara inocente de los cargos quiere decir que por parte de la defensoría las pruebas son claras, irrefutables y fehacientes ante la fiscalía y el jurado, de su absoluta inocencia.
Los cargos se centran en los pagos realizados durante la campaña presidencial de 2016 para acallar las denuncias de un encuentro sexual extramatrimonial. Además de investigaciones sobre los tratos comerciales, políticos y personales de Trump.
Hasta hace poco, Nueva York había sido vista como una candidata poco probable para ser el primer lugar para enjuiciar a Trump, quien continúa enfrentando investigaciones en Atlanta y Washington que también podrían resultar en cargos. A diferencia de esas investigaciones, el caso de Manhattan se refiere a la conducta de Trump antes de convertirse en presidente y no está relacionado con los intentos de anular una elección presidencial.
También Trump fue implicado en documentos judiciales por tener conocimiento de los arreglos, pero los fiscales federales en ese momento se negaron a presentar cargos en su contra. El Departamento de Justicia tiene una “política añeja” de que es probable que sea inconstitucional enjuiciar a un presidente en ejercicio ante un tribunal federal.
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