Ciudad de México— La sombra del intervencionismo estadounidense vuelve a encender las alarmas en México. Según reveló la cadena NBC News, el expresidente Donald Trump y su equipo de seguridad nacional analizan la posibilidad de lanzar ataques con drones contra cárteles del narcotráfico en territorio mexicano, aun sin el consentimiento del Gobierno mexicano.
El medio estadounidense, citando a seis altos funcionarios de inteligencia, defensa y policía, detalló que las discusiones están aún en una etapa preliminar, pero no se descarta una acción unilateral encubierta como “último recurso” en caso de que la cooperación bilateral no avance. Aunque no existe aún una decisión final, la intención de una ofensiva militar extraterritorial ha generado preocupación en ambos lados de la frontera.
Ante esta posibilidad, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió con contundencia desde Palacio Nacional, rechazando categóricamente cualquier intento de intervención armada por parte de Estados Unidos. “No estamos de acuerdo con ninguna intervención ni injerencismo. Nos coordinamos, colaboramos, no nos subordinamos”, expresó con firmeza durante la conferencia matutina.
La mandataria recordó que el enfoque de su administración en materia de seguridad se basa en la inteligencia, la investigación y el combate a las causas estructurales de la violencia. Reiteró que atacar con drones no solo sería una violación a la soberanía nacional, sino también una medida ineficaz. “Eso no resuelve nada. Lo que resuelve es el trabajo permanente de atención a las causas y detenciones”, afirmó.
Sheinbaum también subrayó que el 2 de abril entró en vigor una reforma constitucional que establece prisión preventiva oficiosa y penas severas contra cualquier extranjero que incurra en actos de intervencionismo en territorio mexicano, como una forma de blindaje jurídico ante posibles incursiones unilaterales.
Esta situación revive viejos fantasmas de tensiones bilaterales y abre un nuevo capítulo en las ya complejas relaciones entre México y Estados Unidos, justo en un año de alta sensibilidad electoral para ambos países. Mientras tanto, las declaraciones de Trump apuntan a un endurecimiento de sus posturas de campaña con miras a su posible regreso a la Casa Blanca en 2025.
Discussion about this post