Donald Trump declarará a cárteles del narcotráfico como organizaciones terroristas

Redacción

Phoenix, Arizona – Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, anunció que designará a los cárteles del narcotráfico como organizaciones terroristas extranjeras una vez que asuma el cargo el próximo 20 de enero. La declaración, realizada durante un foro de la organización ultraconservadora Turning Point, subraya un enfoque contundente contra el narcotráfico y la inmigración ilegal.

“Desmantelar, deportar y destruir”
Trump aseguró que su administración tomará medidas drásticas contra las redes criminales que operan en territorio estadounidense. Además, reiteró sus críticas hacia países que, según él, “envían narcotraficantes” a EE.UU., y anunció su intención de deportar a todos los miembros de pandillas extranjeras.

El republicano también destacó el caso del Tren de Aragua, una organización criminal de origen venezolano con presencia en Aurora, Colorado, como ejemplo de las amenazas que busca combatir.

Relación con México y Claudia Sheinbaum

Durante su discurso, Trump mencionó a la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, calificándola como “encantadora y maravillosa”, aunque enfatizó que México debe asumir mayor responsabilidad para frenar el tráfico de drogas en la frontera.

Trump afirmó haber conversado con Sheinbaum en noviembre, advirtiendo que su gobierno impondrá aranceles del 25 % si México y Canadá no intensifican sus esfuerzos contra la migración irregular y el tráfico de drogas.

Sobredosis de drogas, una crisis en EE.UU.

El presidente electo hizo hincapié en la crisis de sobredosis de drogas, especialmente por el fentanilo, y prometió detener la destrucción de familias mediante campañas publicitarias masivas para prevenir el consumo de estupefacientes.

Tensiones con el Gobierno de México

La postura de Trump ha generado preocupación en México, donde la designación de los cárteles como organizaciones terroristas es vista como una amenaza a la soberanía nacional. El Gobierno mexicano, liderado por Sheinbaum, ha reiterado que cualquier intento de intervención militar sería inaceptable y ha subrayado que el problema debe abordarse como una cuestión de salud pública en EE.UU.