Redacción
Monterrey, Nuevo León. – Algo que sería un fin de semana de diversión terminó siendo una fuerte y mala experiencia para unas hermanas, en Monterrey, pues al ir al concierto de Bad Bunny, fueron víctimas de intento de secuestro por parte de un taxista pirata que abordaron desde el aeropuerto de la ciudad.
De acuerdo con relatado por las víctimas, tras haber esperado nueve horas en el aeropuerto de Querétaro rumbo a Monterrey por las inclemencias del clima, las jóvenes pudieron arribar a la entidad. Una vez se presentaron complicaciones, ya que los servicios de transporte terrestre estaban saturados.
“En eso vimos a un taxi bajar pasaje y decidimos tomarlo, como no conocemos la ciudad teníamos una dirección errónea entonces el presupuesto que nos dieron era de $450 lo que se nos hizo razonable, estando en el taxi rectificamos la dirección y la nueva tarifa subió a $1500″, recordó la joven.
Tras notar la incoherencia de costos, le solicitaron al conductor que las dejara en un lugar cercano.
A partir de ese momento las cosas se tornaron peor, ya que al momento de llegar al lugar donde debían descender el precio por kilómetro indicaba que debían pagar 300 pesos. Al darle el dinero el taxista pirata les dijo que el costo era por persona, lo cual les pareció un abuso, ya que tampoco habían acordado eso.
Al negarse a pagar la cantidad que estaba exigiendo el conductor, éste se puso agresivo, insultándolas y amenazándolas con que no las iba a dejar bajar hasta que le dieran el dinero que él quería.
Afortunadamente mi hermana y yo veníamos juntas y pudimos safarnos de la situación, pero eso no nos quita la sensación de miedo que sentimos en nuestra primer visita a mty @FiscaliaNL @nuevoleon @mtygob @colosioriojas @samuel_garcias pic.twitter.com/7iMnqHP0xE
— Euge (@eugeniaalvz) December 3, 2022
“Se bajó del carro y nos dejó encerradas con seguro, mientras el bajaba nuestras maletas de la cajuela […] intentamos abrir las puertas, pero no se podía, estábamos muy asustadas así que comencé a grabar y mi hermana a golpear los cristales del carro”, expresó.
Debido a la situación de riesgo y amenaza que estaban sintiendo las jóvenes accedieron a pagar un total de 600 pesos por el breve viaje con tal de salir del vehículo, pues temían que el chofer pudiera hacerles algo más.
A pesar de haber pagado, la joven denunció que el sujeto seguía agresivo e insultándolas; no obstante, luego de unos momentos accedió a abrirles la puerta. Ambas quedaron impresionadas por la forma de reaccionar del taxista ante la solicitud de que las bajara kilómetros antes y que en ningún momento quisiera negociar o llegar a un acuerdo.
“Afortunadamente mi hermana y yo veníamos juntas y pudimos zafarnos de la situación, pero eso no nos quita la sensación de miedo que sentimos en nuestra primer visita a Mty”.