Redacción
México.- El narcotraficante Tirso Martínez Sánchez, apodado ‘El Futbolista’ porque compró varios equipos de futbol en México, y agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) testificaron en el juicio que se le sigue en Nueva York al ex Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.
Las declaraciones de los testigos estuvieron enfocadas en demostrar cómo llegaba la cocaína del Cártel de Sinaloa a los Estados Unidos y acreditar distintos aseguramientos realizados en ese país en los años en los que se atribuye al ex mando policiaco haber actuado en complicidad con la organización delictiva.
Martínez Sánchez, quien fue detenido en León, Guanajuato, en febrero de 2014 y posteriormente extraditado a Estados Unidos, dijo que entre 2001 y 2003 fue el responsable del envío de varias toneladas de cocaína que fueron transportadas ocultas en el tren.
Además de un ingenioso método para camuflarla, recubriéndola con plastiacero, la droga pasaba por México debido a la protección que tenían Ismael El Mayo Zambada y Joaquín El Chapo Guzmán.
Para evidenciar la confianza con la que actuaba la organización criminal, ‘El Futbolista’ refirió que en una ocasión Vicente Carrillo, con quien se reportaba, le dijo que no se preocupara debido a que el Mayo era el que tenía los mejores contactos y tenía compradas a autoridades de todos los niveles de gobierno.
El testigo dijo ante el Jurado de la Corte del Distrito Este que en aquellos años tres cargamentos fueron asegurados por autoridades estadounidenses lo que le preocupó, pues temía el enojo de los capos, sin embargo, finalmente no tuvo consecuencia.
Martínez Sánchez comenzó a rendir su testimonio desde el martes pasado y debido a que se refirió al tráfico de drogas en forma general y a su participación a finales de los 90 y principios de este siglo, sin referirse a García Luna, el juez Brian Cogan hizo un exhorto a la Fiscalía para que valoraran la pertinencia de su participación.
La fiscalía insistió en que ‘El Futbolista‘ continuara con su participación ayer miércoles y además presentaron los testimonios de cuatro agentes y un narcomenudista, quienes hablaron sobre aseguramientos y la distribución de la droga en ciudades estadounidenses.
El apodo de “El Futbolista” se lo ganó el narcotraficante debido a que, para lavar su dinero, en México fue dueño de equipos de futbol profesional en las ciudades de Querétaro, Celaya, Irapuato, La Piedad y Mérida.
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