Redacción
México.- Familiares de víctimas de desaparición cubrieron casi por completo las escalinatas del Ángel de la Independencia en Ciudad de México (CDMX) con un manto rojo tejido con sus propias manos esto como parte de la manifestación “Sangre de mi sangre”, un movimiento que nació en Jalisco por la Colectiva Hilos.
Este manto que visto desde arriba parece una gran mancha de sangre y que rodeó el monumento, comenzó a tejerse desde el año 2019 y cada parte está hecha con una técnica propia, hilos diferentes, e incluso en diversos estados de la República Mexicana. La Colectiva Hilos la cual está conformada por mujeres convoca a la población a sumarse a tejer sin importar el lugar en el que se encuentren, incluso al proyecto se han sumado colectivos de desaparecidos, madres de mujeres asesinadas o de víctimas de trata; siendo ellas mismas quienes enseñan a tejer a todo aquel interesado en hacerlo. (Vía. El País)
De acuerdo con La Jornada Adriana Cruz Lara integrante de la Colectiva, señaló que la idea de esta gran “mancha de sangre tejida” es “detonar la acción en todo México con una acción pacífica pero visible” y que tiene como objetivo cubrir más de 100 mil metros de tejido, un metro por cada persona desaparecida.
“Sangre de mi sangre” es una forma de denunciar los feminicidios y las desapariciones que ocurren en México pues al día de hoy de acuerdo con datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas citados por El País se suman 108 mil 787 personas desaparecidas así como se asesinan 10 mujeres cada día, razón por la que la fundadora del colectivo Claudia Rodríguez, considera que este tejido es “la metáfora perfecta”.
El gran tejido que representa la sangre que derrama la violencia en México además de ser una manifestación pacífica ayuda a los familiares de las víctimas a sobrellevar la búsqueda de sus seres queridos o fallecidos, o al menos así los señalaron algunas personas a El País.
“Siento que estoy haciendo algo por mi hijo. Aunque sea pequeño, para mi es importante”, mencionó Patricia del Carmen Don Mendes, quien ha viajado desde Chiapas a añadir su tejido a la gran obra.