Crece el huachicol ante la ausencia de Guardia Nacional

Redacción

Querétaro.- El Palmar y San Sebastián de las Barrancas, dos pueblos de Querétaro separados por aproximadamente 77 kilómetros, han encontrado en la venta de cerveza y huachicol su principal actividad económica. Sin la presencia visible de la Guardia Nacional, estos pueblos operan a plena luz del día, atrayendo tanto a turistas como a locales.

En El Palmar, situado a la entrada de la Sierra Gorda y cercano a la Carretera 101, los comerciantes han creado el “huachicombo”, una combinación de michelada grande y gasolina. Las cartulinas en las tiendas locales anuncian esta peculiar oferta a los visitantes que se dirigen a destinos turísticos como Tzibantzá o las aguas termales de Xhidí. A diferencia de los huachicoleros de la México-Querétaro, aquí solo se venden garrafas de gasolina de hasta 20 litros, a precios que varían entre 11 y 18 pesos por litro.

San Sebastián de las Barrancas, ubicado en el Municipio de San Juan del Río, sigue una dinámica similar. Entre la venta de gorditas, elotes y tacos, los comerciantes también ofrecen gasolina robada, justo frente a una estación de Pemex. Según un miembro de la Guardia Nacional que prefirió mantenerse en el anonimato, “de día se entra por cerveza y de noche por huachicol”.

El problema del huachicol en México no es nuevo. Según un informe del Grupo REFORMA de junio pasado, el 30 por ciento de los combustibles que se venden en el país provienen de alguna forma de huachicol, de acuerdo con la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo nacional). Con una demanda de aproximadamente 800 mil barriles diarios de gasolina, esto significa que 260 mil barriles al día provienen del mercado ilegal.

A pesar de que al inicio del sexenio se prometió combatir este delito, los empresarios del sector afirman que el huachicol se ha diversificado, complicando aún más la lucha contra esta problemática. La ausencia de la Guardia Nacional en lugares como El Palmar y San Sebastián de las Barrancas pone en evidencia la falta de control y seguridad en estas regiones, permitiendo que estas actividades ilícitas prosperen.