Redacción
China- El Tribunal Popular Supremo de China ejecutó este lunes la sentencia de muerte de un hombre identificado como Zhou, tras ser declarado culpable de la muerte de Xiao Lou, una mujer de 28 años, en la ciudad nororiental de Changchun. Zhou fue responsable de arrojar varios objetos pesados desde el 33º piso de un edificio residencial en junio de 2023, entre los cuales se encontraba el ladrillo que acabó con la vida de la víctima.
De acuerdo con el medio local The Paper, Zhou lanzó desde su ventana dos garrafas de cinco litros de agua y tres latas de refresco sin abrir, antes de arrojar el ladrillo que causó un severo traumatismo craneoencefálico a Xiao Lou, quien falleció como consecuencia de sus heridas.
La investigación reveló que Zhou, un hombre de unos 20 años sin empleo estable y alojado temporalmente en la ciudad, había manifestado su descontento con la vida y su odio hacia la sociedad, lo que lo motivó a planear y ejecutar los ataques. Tras el incidente, Zhou se entregó voluntariamente a las autoridades.
El tribunal de primera instancia en Changchun confirmó en diciembre de 2023 que los actos de Zhou representaban un “grave peligro” para la seguridad pública, determinando su sentencia de muerte. A lo largo del proceso, no se detectó ningún padecimiento mental en el acusado, según las declaraciones oficiales del tribunal.
Además de la pena capital, Zhou fue condenado a pagar más de 40,000 yuanes (5,620 dólares) en concepto de gastos funerarios y otras compensaciones a la familia de Xiao Lou.
Si bien el gobierno chino no publica cifras oficiales sobre las ejecuciones, organizaciones como Amnistía Internacional estiman que China lleva a cabo miles de penas de muerte cada año, manteniéndose como el país con más ejecuciones en el mundo.
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