Cambió de género cuando era menor, se arrepintió y volvió a tramitar el DNI de mujer: culpó a sus padres

Redacción 

Argentina.– Una joven argentina de 20 años, que había cambiado su identidad de género a los 16 años sometiéndose a una cirugía para quitarse los ovarios, el útero y los pechos, se arrepintió y ahora culpa a sus padres por haberle permitido tomar esa decisión a tan temprana edad.

Según los informes, cuando la joven tenía 16 años, comenzó un tratamiento para cambiar de sexo. Como parte de este proceso, le llegaron a quitar los ovarios, el útero y los pechos. Ella justificó su decisión en ese momento diciendo “Me siento varón”.

Años después, a los 20 años, la joven se arrepintió de su decisión y culpó a sus padres por haberle permitido hacer el cambio de género a una edad tan temprana. Reclamó más de 300.000 euros a la sanidad pública, argumentando que los médicos se equivocaron al tomar esa decisión, ya que en ese momento ella tenía problemas de depresión y autismo que no tenían que ver con su identidad de género.

Este caso evidencia los peligros de una ley como la de Identidad de Género en Argentina, que permite que las personas puedan solicitar el cambio de sexo en el Registro Civil sin necesidad de cirugías, tratamientos hormonales ni evaluaciones psicológicas, solo con su voluntad expresada. Esto puede llevar a que menores de edad tomen decisiones irreversibles que luego lamentan.

Este caso resalta la importancia de evaluar adecuadamente la madurez intelectual y emocional de las personas, especialmente cuando son menores de edad, antes de tomar decisiones irreversibles sobre su identidad de género. También evidencia la necesidad de un acompañamiento psicológico y médico responsable durante todo el proceso. En conclusión, el cambio de identidad de género es una decisión compleja que debe tomarse con mucha reflexión, independientemente de la edad.

Permitir que menores de edad puedan tomar decisiones tan trascendentales sin el debido acompañamiento puede llevar a arrepentimientos futuros, como en el caso de esta joven argentina. Es fundamental garantizar el respeto a la identidad autopercibida de cada persona, pero también brindar el apoyo y la información necesaria para que puedan tomar decisiones informadas y evitar consecuencias irreversibles.