Redacción
México.- El Gobierno de México está enfrentando críticas por su propuesta de financiar el nuevo Fondo de Pensiones para el Bienestar utilizando recursos de empresas de las Fuerzas Armadas, que aún no son autosuficientes y operan con subsidios millonarios del presupuesto estatal.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador ha propuesto utilizar el 25% de las utilidades de estas empresas para financiar el nuevo proyecto de pensiones. Sin embargo, estas compañías, de participación estatal mayoritaria, no han registrado ganancias y actualmente dependen de subsidios para operar. Para el año en curso, se han presupuestado más de 22 mil millones de pesos en subsidios para operación y salarios.
Además de las empresas militares, otras fuentes de financiamiento propuestas incluyen el decomiso de bienes, la venta de activos, el cobro de deudas y subcuentas vencidas en manos de las Afores (Administradoras de Fondos para el Retiro).
La propuesta también contempla utilizar recursos de fideicomisos del Poder Judicial, aunque estos no podrían ser utilizados hasta que se resuelvan los litigios que mantienen congelados tras su desaparición en el Congreso. Igualmente, se espera recuperar recursos con la extinción de órganos autónomos como el INAI, la Cofece y el IFT, aunque esta medida ha sido rechazada por los legisladores de oposición.
La propuesta ha generado controversia y críticas, con algunos opositores cuestionando la viabilidad de utilizar recursos de empresas con problemas financieros y otras fuentes controvertidas para financiar un fondo de pensiones.
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