Redacción
Estados Unidos.- El atacante de Texas, Patrick Crusius, quien en 2019 perpetró un ataque racista en un Walmart en El Paso, acordó pagar más de 5 millones de dólares a las familias de las 23 personas que murieron en el tiroteo, que incluyó a ciudadanos mexicanos. Este acuerdo de restitución se produce después de que Crusius fuera sentenciado a 90 cadenas perpetuas consecutivas en julio tras declararse culpable de cargos federales por delitos de odio relacionados con el ataque.
El juez de distrito David Guaderrama aprobó la cantidad que Crusius debe pagar a las familias de las víctimas. Aunque Crusius ya ha sido condenado en el ámbito federal, todavía enfrenta un juicio separado en un tribunal de Texas que podría resultar en la pena de muerte.
El ataque de Patrick Crusius en 2019 en un Walmart de El Paso fue uno de los peores asesinatos en masa en la historia de Estados Unidos. Crusius condujo más de mil 100 kilómetros desde su casa cerca de Dallas hasta El Paso, donde atacó a compradores hispanos con un rifle estilo AK dentro y fuera de la tienda. Momentos antes del ataque, Crusius publicó en línea un discurso racista en el que advertía sobre una “invasión” hispana de Texas.
Si bien Crusius se declaró culpable en febrero de los cargos federales, los fiscales de Texas han manifestado su intención de intentar enviarlo al corredor de la muerte cuando sea juzgado en un tribunal estatal. La fecha del juicio en Texas aún no se ha fijado.
El acuerdo entre Crusius y el Gobierno establece que él pagará un total de 5.55 millones de dólares en restitución a las familias de las víctimas.
Este caso atrajo la atención del Departamento de Justicia, que propuso cambios en la forma en que se administran las cuentas de depósito de los presos federales para garantizar que las víctimas reciban restitución, incluso de reclusos de alto perfil con grandes cantidades de dinero en sus cuentas penitenciarias.
El ataque de 2019 en El Paso fue el más mortífero de una serie de tiroteos masivos relacionados con crímenes de odio en Estados Unidos desde 2006. Antes del tiroteo, Crusius estaba activamente involucrado en el debate sobre inmigración en el país y expresaba sus opiniones en las redes sociales, alabando las políticas fronterizas de “línea dura” del entonces presidente Donald Trump.
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