Redacción
México.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) está siguiendo de cerca la evolución de la subvariante de Ómicron conocida popularmente como “Pirola” (BA.2.86), que ha sido identificada en varios países desde agosto pasado, según informes recientes.
Aunque se reporta que el primer caso de la subvariante “Pirola” se detectó en la Ciudad de México, las autoridades sanitarias capitalinas aún no han confirmado esta información. La BA.2.86 se caracteriza por tener una serie de mutaciones adicionales en comparación con las variantes de Ómicron detectadas anteriormente, con más de 30 diferencias de aminoácidos en comparación con la BA.2, que era el linaje dominante a principios de 2022, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
La presencia de esta subvariante se ha registrado en varios países, incluyendo Dinamarca, Sudáfrica, Israel, Estados Unidos, Reino Unido y Perú. Aunque aún se encuentra en una etapa temprana de estudio, los CDC señalan que los lugares donde se ha detectado “Pirola” no han experimentado aumentos significativos en los indicadores de transmisión ni hospitalizaciones desproporcionadas en comparación con áreas circundantes.
La transmisibilidad de la subvariante “Pirola” se sugiere debido a su detección en múltiples continentes, aunque hasta el momento solo se han secuenciado nueve casos. Como otras subvariantes y la variante principal de Ómicron, “Pirola” se contagia fácilmente a través de gotas aéreas al hablar, toser o estornudar.
En cuanto al tratamiento, los CDC informan que medicamentos como Paxlovid, Veklury y Lagevrio suelen utilizarse en casos de infección por BA.2.86. A medida que se recopilan más datos sobre esta subvariante, se espera que las autoridades de salud tomen medidas adicionales para comprender y gestionar su impacto en la evolución de la pandemia.
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