Redacción
Guanajuato.- A partir del censurable hecho ocurrido en Tecámac, Estado de México, donde un policía en activo de la CDMX arroja a un cachorro a un cazo con aceite hirviendo, animalistas en Guanajuato confían en que el Congreso Local asuma su responsabilidad y endurezca las sanciones en contra del abuso y maltrato animal.
“Es importante y urgente que el tema sea tomado con toda la seriedad y con absoluta responsabilidad social, porque está más que demostrado que una persona que lastima y abusa de un cachorro, es una persona que en cualquier momento puede llegar a abusar o a lastimar a un ser humano, especialmente a niñas y niños”, advirtió Williams Perales, activista y rescatista canino.
Expuso que aunque en Guanajuato no hay antecedente de un hecho de tal monstruosidad, como el ocurrido en Tecámac, en la entidad el maltrato animal es de los más común y en algunos casos escala a niveles de atrocidad.
Allí están, dijo, las denuncias que se han presentado ante diferentes instancias por abuso sexual en contra de algunos perros.
Estos hechos, agregó, se han registrado en diferentes municipios y aunque las autoridades han tenido conocimiento y al menos en uno de los casos ha habido detenciones, todavía no existe una sola persona que esté tras las rejas por violentar sexualmente a una mascota.
Expuso que aunque en lo municipal y en lo estatal ya se cuenta con herramientas legales para actuar en contra del maltrato animal, la realidad es que reglamentos y disposiciones de Ley están convertidas en letra muerta.
Frente a esa situación, confió en que el caso de “Benito” sensibilice a los legisladores guanajuatense sobre la necesidad de proteger de manera integral a las mascotas.
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