Redacción
México.- Con el fin de imprimir el sello distintivo de su gobierno en la Constitución, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha enviado un paquete de 20 reformas al Congreso. Estas reformas buscan redefinir aspectos cruciales del sistema judicial, económico y social del país.
Entre las propuestas más destacadas se encuentra la iniciativa para someter a votación popular a jueces, magistrados y ministros, así como la eliminación de órganos autónomos y reguladores. El Instituto Nacional Electoral (INE) sufriría una reducción en su alcance, mientras que la prohibición de los transgénicos se elevaría al rango constitucional, lo que podría generar tensiones con Estados Unidos, socio comercial de México bajo el T-MEC.
En el ámbito energético, se plantea redefinir el rol de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como una empresa de “carácter estratégico”, prohibir el fracking y limitar las concesiones para la actividad minera a cielo abierto. Además, se propone garantizar pensiones, becas y apoyos del Bienestar como medidas permanentes, beneficiando a sectores vulnerables como adultos mayores, discapacitados y estudiantes de bajos recursos.
El Presidente también aspira a asegurar un aumento anual del salario mínimo por encima de la inflación y establecer un nuevo mínimo para diversos sectores como maestros, policías y personal médico. Otros proyectos ambiciosos incluyen la expansión del servicio de internet a todos los rincones del país y la creación de una red ferroviaria de pasajeros de 18 mil kilómetros.
Desde el Recinto Parlamentario en Palacio Nacional, López Obrador expresó su determinación de asegurar que su legado perdure y proteger los avances logrados durante su mandato. Adicionalmente, advirtió sobre la posibilidad de retrocesos en caso de que “los corruptos” regresen al poder, haciendo hincapié en la importancia de consolidar los cambios propuestos en beneficio del pueblo mexicano.
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