Redacción
Guanajuato. – Jesús Ramírez Solís, dirigente de la Central Campesina Cardenista, comentó que antes de la pandemia por Covid-19, Guanajuato producía alrededor de un millón 600 mil toneladas de maíz, pero lamentablemente con la crisis económica derivada del confinamiento, la guerra entre Rusia y Ucrania y la falta de lluvia, actualmente la producción ha sido de poco más de un millón de toneladas.
Ramírez Solís destacó que en esta temporada, la presa ya debería estar llena, sin embargo, debido a la falta de lluvia solo se tienen 50 millones de metros cúbicos, lo cual ha provocado que no se tenga la misma producción de hectáreas que se tenía en otros años.
Aunado a esto, dijo que con la pandemia y la crisis económicas, los costos de los insumos incrementaron fuertemente, como el maíz y el fertilizante, siendo este último afectado en su precio a causa de la guerra entre Rusia y Ucrania.
“Del 100% del fertilizante nitrogenado que requiere México, Rusia le vendía el 30% y Ucrania el 10%. Con la guerra se redujo y el acaparador comenzó a elevar los precios, es decir, de los entre ocho y 11 mil pesos que costaba en 2021, ahora cuesta 26 mil pesos la tonelada”, comentó.
Una cifra que es muy elevada para los productores del campo, ya que ahora y de manera general el paquete tecnológico les cuesta casi 70 mil pesos para producir una hectárea.
Asimismo, dijo que no cuentan con la ayuda del gobierno federal, “al contrario, él le quitó al campo el apoyo para seguro catastrófico, el apoyo de fertilizantes en el centro del país, el apoyo para la sanidad vegetal”.
A pesar de todo esto, expresó que aún con los limitantes que existen, los productores del campo continúan trabajando arduamente, y poder dar un producto de calidad al mejor precio.