Redacción
México.- El ex director de Pemex, Carlos Treviño, denunció ante la Fiscalía General de la República (FGR) a su titular Alejandro Gertz Manero por presuntos actos de tortura para obligar a Emilio Lozoya a incriminarlo con falsedades en supuestos sobornos en el contrato de Etileno XXI.
Si bien considera que la querella es “inútil”, porque Gertz no se investigará así mismo, el ex funcionario anticipó que denunciará al Fiscal ante el Departamento de Justicia de Estados Unidos, bajo la Ley Global Magnitski, que persigue a extranjeros involucrados en corrupción y violación a derechos humanos.
En la denuncia presentada el pasado viernes, su abogado Óscar Zamudio pide a la FGR abrir una investigación, anular la denuncia de Lozoya y desistirse de la solicitud de audiencia de imputación presentada contra Treviño en agosto pasado ante el Centro de Justicia Penal Federal de Almoloya de Juárez.
El regiomontano acusa tanto a Gertz como a su mano derecha, Juan Ramos López, Fiscal de Control Competencial, de torturar psicológicamente a Lozoya para que presentara el 11 de agosto de 2020 la denuncia de los supuestos sobornos para la reforma energética de 2013 y para mantener las cláusulas del contrato de la planta de Etileno XXI. La amenaza siempre fue actuar penalmente contra su familia.
“Mientras el señor Lozoya Austin fingía que cooperaba proporcionando información, la FGR, a cargo del perpetrador de la tortura, realizaba una persecución política contra diversas personas, pero nada para constatar los dichos del señor Lozoya Austin, evidentemente, porque se sabía desde un inicio que eran falsos”.
“Como titular de la FGR, Alejandro Gertz Manero sujetó a tratos degradantes al señor Emilio Lozoya Thalmann (padre del ex director de Pemex) para que aceptara cumplir con condiciones impuestas que implicaban la renuncia a los derechos, tanto de él como de sus dos hijos. Todo a cambio de que su esposa (Gilda Austin) pudiera ser liberada”, indica la denuncia presentada ante la Fiscalía Especializada en Materia de Derechos Humanos de la FGR.
“Sin lugar a dudas, la denuncia de hechos falsos firmada por el señor Emilio Lozoya Austin fue obtenida por medio de tortura psicológica o mental perpetrada directamente por el titular de la FGR, que también lo obligó a allanarse materialmente al procedimiento de extradición y a cambiar de defensores por unos elegidos por la propia Fiscalía que no se opusieran al plan fraguado por su titular”.
Treviño argumenta que si bien él no padeció en lo personal las torturas, un criterio de la Primera Sala de la Suprema Corte, publicado el pasado 15 de julio, le confiere la calidad de ofendido a quien sufre las consecuencias de los tratos degradantes de un tercero, como en su caso ocurre con los dichos de Lozoya bajo coacción.
Para sustentar su denuncia, Treviño cita las llamadas telefónicas intervenidas a Gertz en las que presiona al padre Lozoya para que se desista de un amparo y despida al abogado Javier Coello Trejo, así como la carta del propio procesado en la que revoca de su defensa a dicho litigante, manifestando que esta decisión la tomaba por la presión y persecución a su madre, esposa y hermana.