Redacción
Querétaro.- Una vida llena de tragedias es la que tiene una joven en Oaxaca a quien vendieron por un marrano, un guajolote y 500 pesos a un sujeto de 19 años que se encargó de abusar de ella y golpearla todos los días.
Se trata de Rosario, una joven de 14 años quien desde pequeña sufrió las malas experiencias de la vida, comenzando por vivir en un chiquero entre animales muertos, tener que pepenar la basura para conseguir alimentos y una familia que únicamente le puso el pie cuando ella quiso superarse.
Conocida como “Chayito”, la joven oriunda del municipio de Tuxtepec no acudió a la escuela, por lo cual no sabe leer, ni escribir, y su vida únicamente se ha limitado a vivir en las calles. De acuerdo con MILENIO, la adolescente vivía con su hermanita de 8 años y su abuelita, doña Paulina, con quienes salía a las calles a obtener pet y cartón y venderlos a 4 pesos el kilo.
La abuelita de Rosario comentó que adoptó a las niñas luego que su madre fuera asesinada a golpes por el padre que abandonó a sus hijas. La vida que tenían no era para nada la mejor, teniendo que introducir su mano en la basura con el peligro de picarse o tocar animales rastreros en su búsqueda de comida, por lo que “Chayito” decidió buscar suerte en San Felipe Jalapa de Díaz.
Ahí, su prima le prometió que la ayudaría a conseguir un trabajo; no obstante, las cosas solo empeoraron para la joven debido a que después de tres semanas viviendo juntas, la mujer le dijo que se tenía que ir a casa de un hombre identificado como Luis porque, según, le darían de comer mejor y podría tener una casa.
Sin embargo, el sujeto de 19 años únicamente se encargó de golpearla y abusar de ella durante un año, además de decirle que era su dueño por lo cual no podía regresar a su hogar en Tuxtepec.
Luego de pasar un año, la joven era drogada para evitar que se fuera; no obstante, en una ocasión que Luis no regresó a casa, Rosario aprovechó para irse a Tuxtepec y volver a su vida en el chiquero donde el olor y el ruido de los animales que sacrificaban no la dejaban dormir, ni comer, pero estaría en compañía de su familia.
Actualmente, Rosario fue al doctor creyendo estar embarazada, pero resultó que tiene un quiste que debe tratar; sin embargo, el dinero es lo que menos abunda para el tratamiento. Por otra parte, las tres mujeres se fueron a rentar a un cuarto por mil 200 pesos, pero las cosas no pintan para mejor debido a que sus vecinos las quieren correr porque no soportan vivir entre la basura que recolecta la familia.