Redacción
México.- El Departamento de Estado de los Estados Unidos aconsejó no usar la carretera federal 45 Celaya, Salamanca e Irapuato en vacaciones ante la violencia vivida en la zona.
Sobre la carretera federal 45 se han registrado ataques armados, asaltos a transportistas y agresiones con piedras a los automovilistas.
Un caso que alarmó fue el ataque armado que sufrió una familia el pasado 17 de octubre, producto del cual una mujer perdió la vida. Ese domingo al mediodía, una familia viajaba a bordo de un vehículo compacto por la carretera libre a Celaya, cuando fueron atacados a balazos por sujetos desconocidos al momento de cruzar la comunidad de San Juan del Llanito, perteneciente al municipio de Apaseo el Alto.
Los afectados lograron huir hasta llegar a Querétaro, donde pidieron ayuda en el filtro de seguridad establecido en el límite de Guanajuato y Querétaro, aunque fue demasiado tarde para la madre de familia quien recibió impactos de bala que ya la habían privado de la vida.
La carretera de cuota, tramo Querétaro-Celaya, tampoco escapa a la inseguridad al transitarla: hace tres días, un automovilista que circulaba con su familia sobre la carretera denunció que aproximadamente a las 7:00 de la mañana sintió y escuchó un fuerte estruendo.
”Al parecer nos impactó una piedra de tamaño considerable que de haber dado en el cristal, me hubiese matado en el instante. Esa piedra evidentemente fue lanzada por una persona, no quiero imaginar con qué intenciones. Hoy puedo decir que, por fortuna o gracias al cielo, no pasó nada más que el daño a la lámina”, expresó.
A través de sus redes sociales, el ciudadano Bryan Deal, pidió a los automovilistas extremar precauciones.
“Vivimos en zona caliente y por algo las carreteras del Bajío están en código rojo”, dijo.
El modus operandi más común es colocar una piedra de enormes proporciones sobre la carretera libre Querétaro a Celaya, en cualquiera de sus dos sentidos, para provocar daños o incluso accidentes automovilísticos y después amagar con armas de fuego a los tripulantes y despojarlos de dinero, teléfonos, computadoras y relojes.
Con información de El Financiero