Redacción
El Salvador.- Mientras que en diversas partes la descriminalización del aborto continúa avanzando, El Salvador sigue uno de los lugares más severos para ser mujer y abortar… incluso accidentalmente.
La Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto en El Salvador reveló a la agencia de noticia EFE que siete salvadoreñas están pagando una condena injusto por homicidio en su país “tras sufrir, cada una, una emergencia obstétrica”.
De las siete mujeres encarceladas injustamente, el reporte indica que dos de ellas, Berta y Jacqueline, fueron condenadas a 15 años de prisión. Berta lleva siete años en la cárcel, mientras que Jacqueline ha cumplido 10 años encerrada por el delito de homicidio agravado u homicidio agravado en grado de tentativa.
Ana, Maritza, Rosario, Glenda y Liliana recibieron una sentencia de 30 años de prisión. Ana ha estado presa desde 2012; Maritza desde 2008; Rosario desde 2010; Glenda desde 2013, y Liliana no ha visto la luz desde 2016, cuando cada una también fueron acusadas de supuesto homicidio.
El Salvador es uno de los peores países para abortar con las leyes más duras de todo el mundo. Según un estudio de la Fundación Heinrich Böll para Centroamérica, tan solo en las últimas dos décadas 181 mujeres fueron acusadas de abortar o sufrir un aborto espontáneo. No importa cómo termine un embarazo, señala la fundación, “ya sea intencional o no, voluntario o involuntario. Si el embrión o el feto muere, se considera asesinato u homicidio”.