Vaticano- Este jueves, el Vaticano vivió un momento histórico con la elección del nuevo pontífice de la Iglesia Católica: Robert Francis Prevost, de nacionalidad estadounidense y con un profundo vínculo misionero con América Latina, fue elegido por el Colegio Cardenalicio como el 267º papa de la historia. El ahora Papa León XIV sucederá al argentino Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco, marcando un nuevo capítulo en la Iglesia Universal.
El anuncio oficial del “Habemus Papam” desde el balcón de la Basílica de San Pedro desató un estallido de emoción entre los miles de fieles congregados en la plaza vaticana. La tradicional fumata blanca había anticipado, horas antes, que los 133 cardenales reunidos en cónclave alcanzaron consenso en apenas su segundo día de deliberaciones.
Un papa con alma misionera
Nacido en Chicago el 14 de septiembre de 1955, Prevost es miembro de la Orden de San Agustín (OSA) desde 1977 y cuenta con una amplia formación teológica, matemática y jurídica. Obtuvo títulos en la Universidad de Villanova, la Catholic Theological Union de Chicago y la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino en Roma, donde se doctoró magna cum laude en Derecho Canónico.
Durante los años 80 y 90, Prevost vivió en Perú como misionero en las regiones de Chulucanas y Trujillo, donde desarrolló labores como prior, director de formación y vicario judicial, además de enseñar en el seminario mayor. En 2015 obtuvo también la nacionalidad peruana, en reconocimiento a su prolongada labor pastoral.
Cercano colaborador del Papa Francisco
Desde 2014, cuando fue nombrado obispo por el papa Francisco, la trayectoria de Prevost fue en ascenso. Fue designado administrador apostólico de Chiclayo, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana, y miembro de varios dicasterios vaticanos, entre ellos la Congregación para el Clero y la Congregación para los Obispos.
Su nombramiento como Prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina en enero de 2023, así como su elevación al cardenalato el 30 de septiembre del mismo año, consolidaron su cercanía con el último pontífice.
Con el nombre de León XIV, el nuevo papa revive un título que no era usado desde el siglo XIX y que sugiere un equilibrio entre tradición e impulso pastoral latinoamericano. A sus 69 años, se espera que su pontificado esté marcado por una visión global, una fuerte orientación pastoral, y un diálogo renovado con América Latina.
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